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Iglesia Católica (París) ha concedido el imprimatur y el nihil obstat 5 libros escritos por Fabián en su conversión

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Jesús Misericordiosos me ha salvado del Infierno
"DEL ORDEN ROSACRUZ A JESU CRISTO"
 

Introducción del Padre Espiritual de Fabiana

Desde hace varios años, ella me ha pedido ser su Director Espiritual y ella me solicita una palabra de introducción para las enseñanzas que ella transmite en sus escritos. Yo lo hago de muy buena gana.
Ella atestigua su vida en el pecado, en las trampas de la Nueva Era y del espiritismo, y otras.
Si, en nuestra época, algunos dudan de la existencia del Infierno –lo que es perjudicial para muchos que renuncian a convertirse–, ella reconoce que llevaba una vida que le habría conducido al Infierno, no por la Voluntad de Dios, sino por el odio, las mentiras y los halagos de Satanás, “el enemigo de Dios y de los hombres”.
Ella atestigua la Divina Misericordia de Jesús y el Amor infinito que le ha manifestado para salvarle; y atestigua con humildad, para incitar a sus lectores a la conversión, en conformidad con las enseñanzas del Evangelio y del Catecismo de la Iglesia Católica. Ella evangeliza. Yo me empeño en sostenerla en este apostolado, “en contradicción con el espíritu del mundo”. Vosotros os daréis cuenta por vosotros mismos, leyendo su texto.
Puesto que ella está consciente de que Jesús le ha salvado por Amor, al haberla convertido de una gran pecadora en una persona cercana a Dios. En esto Dios se glorifica contra el espíritu del mal, y hace brillar así la Omnipotencia de su Divina Misericordia, haciendo no conversiones a medias, sino verdaderas conversiones, definitivas; y Dios quiere, hoy, que la multitud de los pecadores se vuelva una multitud de santos, y de grandes santos. Porque nosotros no podemos aceptar que nuestro Salvador consiga una victoria a medias.
Fabiana sabe de dónde ha sido ella levantada y de qué es ella deudora a nuestro Redentor. El ha pagado muy caro por salvarla y por salvarnos a todos nosotros. Ella no puede callarse, su compromiso con Dios es total, absoluto..., hasta el martirio, si es preciso.
Y ella da gracias, también, a la Santísima Virgen María, a los dos Santos Corazones unidos de Jesús y de María.
Su testimonio es verdadero, su enseñanza es aquella de la Iglesia, sin concesión ni disminución. ¡Qué él se difunda!

El Padre Espiritual de Fabiana
(Padre Espiritual de varias almas privilegiadas).

Testimonio: Jesús Misericordioso me ha salvado del Infierno

He aquí el testimonio liberador de Fabiana Guerrero, cuyo destino está desde ahora fijado en la clamorosa Misericordia Divina, la de Jesucristo.
Su conversión la propulsa al pedido de Jesús y de su Director Espiritual, a los cuatro rincones del mundo para denunciar a la “Nueva Era” a la que ella estuvo adepta y para animar las jornadas de oraciones orientadas a la curación del alma y del cuerpo.

Salvada del pecado en l996

"Queridos hermanos y hermanas, desde que Jesús me pidió que manifieste lo que es la Nueva Era, yo viajo por el mundo entero para dar mi testimonio de conversión, porque Dios me ha pedido atestiguar su Misericordia, ya que en mi vida yo le he ofendido mucho. Jesús de Amor ha venido a salvar del pecado a la pobre pecadora que soy yo, en 1996.
Después de una peregrinación a Medjugorge, donde yo encontré el amor de la Iglesia y la bondad de la Virgen María, Jesús de Amor me ha liberado de las enseñanzas de la Nueva Era y de la creencia en la reencarnación. En su Misericordia infinita, Jesús de Amor ha venido a decirme cuánto El me ama y me ha dado confianza en su Bondad infinita con tal de que acepte reconocer mis faltas haciendo una buena Confesión privada.
Yo he llegado a conocer lo que nos dice el derecho canónico en lo que concierne a la Confesión colectiva.
En el canon Nº 961, párrafo 1, está escrito: «La absolución no puede darse de modo general a varios penitentes juntos, sin Confesión individual previa, salvo:
1) Si un peligro de muerte amenaza y el tiempo no es suficiente para que el Sacerdote o los Sacerdotes puedan oír la Confesión de cada uno de los presentes.
2) Si hay una grave necesidad, es decir, si teniendo en cuenta el número de penitentes, no hay suficientes Confesores disponibles para oír como es preciso la Confesión de cada uno en un tiempo conveniente, de suerte que los penitentes, sin que haya falta de su parte, serían forzados a ser privados durante mucho tiempo de la Gracia sacramental o de la Santa Comunión; pero la necesidad no es considerada como suficiente cuando los Confesores no pueden estar disponibles por el solo motivo del gran aflujo de penitentes, tal como puede producirse por una gran fiesta o una gran peregrinación»
Queridísimos amigos, el canon Nº 962, párrafo 1, nos dice: «Para que un fiel aproveche válidamente una absolución sacramental dada a varios penitentes, se requiere no solamente que él esté bien dispuesto, sino que tenga al mismo tiempo el propósito de confesar  individualmente, en tiempo oportuno, los pecados graves que no puede confesar así actualmente».

Yo estaba destinada al Infierno por mi vida de impiedad

Después, Jesús de Amor me pidió escuchar su Palabra, observar sus Mandamientos y observar sus sábados. Yo no conocía la Ley de Dios que el Señor me pidió defender. Entonces yo tuve que volver a aprender los diez Mandamientos de Dios.
Yo estaba destinada al Infierno por mi vida de impiedad, pero Dios, en su Misericordia infinita, me dejó el tiempo de arrepentirme y me dejó una segunda oportunidad para lograr mi salvación eterna.
Después de mi conversión, Jesús de Amor me dijo que yo era toda su alegría, y la Santísima Virgen María, nuestra queridísima Mamá Celestial, me hizo saber que en mi muerte, Ella me llevaría al Cielo, porque Ella ha visto el sufrimiento que yo soportaba para llevar mi cruz.

Los demonios me atormentaban


Antes de mi conversión, los demonios me atormentaban porque yo amaba el dinero, los placeres del mundo y los placeres de la carne. Entonces, yo fui advertida de que mi alma estaba al fondo del abismo. Para salvarme, Jesús de Amor me pidió adherirme a la pobreza y no hacerle ya sufrir con mi carne.
Yo me decidí a hacer un buen examen de conciencia. Es cierto que yo no vivía los Mandamientos de la Ley de Dios.

¿Entonces cómo hubiera podido ser salvada?


Yo no observaba el primer Mandamiento: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te he hecho salir del país de Egipto, del lugar de esclavitud. No habrá para ti otros dioses delante de Mí. No te harás escultura ni imagen alguna, nada que se asemeje a lo que hay en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás delante de ellas ni les darás culto» (Exodo 20, 2–5).
Está escrito: «Al Señor tu Dios adorarás y a El solo darás culto» (Mateo 4, 10).
Queridos amigos, yo me adoraba a mí misma físicamente (especialidades de estética, vestidos de lujo, vacaciones de lujo...) y yo tenía también muchos ídolos en la Nueva Era detrás de la cual se oculta el demonio.
Entonces Jesús de Amor, en su Espíritu de Verdad, me dijo: «Tú adoras a Satanás».

Bajo el dominio de los demonios


Yo practicaba la adivinación, la astrología, el espiritismo y la mayoría de las técnicas de la Nueva Era e incluso había entrado en la secta Rosa–Cruz AMORC (La Antigua y Mística Orden de la Rosa–Cruz [AMORC] está mencionada en el informe sobre las Sectas, Nº 1687, 10 de junio de 1999).
Después de mi arrepentimiento, Jesús de Amor me dijo: «No vendas más tu alma al diablo, ni me traiciones más, sino glorifícame, hónrame y alábame».  Entonces yo comencé a amar la oración de alabanza que nos lleva a amar a Dios.
Yo estaba muy deprimida, durante años, puesto que todavía no se realizaba la reunión con un Dios que no es sino Amor, Bondad y Compasión desde que se une con El con respeto.
Durante mucho tiempo yo no tenía ninguna relación de amor con el buen y dulce Jesús, en la oración o en la adoración. Ahora, yo paso horas adorándole en espíritu y en verdad. Dios me ha hecho saber que El buscaba adoradores fieles.
Segundo Mandamiento: «No tomarás el Nombre de Yahvé tu Dios en vano» (Exodo 20, 7).
«Se ha dicho a los antiguos: ‘Tú no perjurarás’ (...). Pues Yo os digo: ‘No juréis en modo alguno’» (Mateo 5, 33–34).
Queridos amigos, es cierto que en mi juventud, yo he pronunciado varias veces en falso el Nombre de Dios, mientras que este Nombre es sagrado. Yo he debido confesarme.
Tercer Mandamiento:  «Recuerda el día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos; pero el día séptimo, es día de descanso para Yahvé tu Dios. No harás en él ningún trabajo» (Exodo 20, 8–10).
«El sábado ha sido instituido para el hombre, y no el hombre para el sábado; por tanto, el Hijo del Hombre también es Señor del sábado» (Marcos 2, 27–28).                     .
Queridos amigos, el domingo yo no iba a la Misa y yo trabajaba ese día, mientras que es un día de reposo completo.
Desde que yo encontré el Amor de Dios, yo le alabo, yo oro, yo le adoro, yo evangelizo en varios países y yo contemplo la creación que El ha hecho tan bella. Me gusta pasear en la naturaleza, en la cual encuentro una gran unión a Dios, en un silencio que me ayuda a unirme a El. Sí, este día es de nuestro Dios de Amor y de ternura infinita.
Cuarto Mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre, para tener larga vida en la tierra que el Señor tu Dios te da» (Exodo 20, 12). El Señor Jesús mismo ha recordado la fuerza de «Mandamiento de Dios». El apóstol enseña: «Hijos, obedeced a vuestros padres, en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer Mandamiento con promesa; para que tú te encuentres bien y goces de una larga vida en la tierra» (Efesios 6, 1–3).
Queridos amigos, en mi juventud, yo jamás honré a mis padres, yo no los obedecía nunca. Desde que Jesús de Amor vino a buscarme en lo más profundo de mi miseria, yo aprendí mucho a obedecer a mis padres, a amar a mi familia, a servirla y a ocuparme bien, dado que yo la obedecía. Ahora yo estoy en la paz perfecta y en la alegría de tener una familia bendecida por Dios.

Jesús: «Yo te he creado con mis manos»


Quinto Mandamiento: «No matarás» (Exodo 20, 13).
«Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás. Aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues Yo os digo: ‘Todo aquel que se encolerice contra su hermano será reo ante el tribunal’» (Mateo 5, 21–22).
Yo os confieso, queridos amigos, que yo fumaba dos cajetillas de cigarrillos por día, yo me drogaba, yo bebía mucho alcohol, yo tomaba también la píldora y, en mi juventud, yo era muy colérica.
Yo daba a mi cuerpo mucho veneno. De nuevo la Confesión, que es un verdadero Sacramento de curación, me ha ayudado a liberarme de esto.
Después Jesús de Amor me dijo: «Yo te he creado con mis manos. Respeta tu cuerpo».
Después de haberme arrepentido de mis pecados, yo me di cuenta de que había gastado demasiado dinero en humo, mientras que este dinero hubiera podido servir para nutrir a los pobres.
Yo llevé incluso un día a una amiga para hacerse un aborto. Yo no sé si vosotros sabéis lo que pasa durante un aborto, pero es horrible. El embrión es desgarrado.

El aborto es un homicidio


Se le desgarra la cabeza, los pies, los brazos. El aborto es un homicidio. Cuando Jesús y María me visitaron, yo lloré y me arrepentí y ahora yo oro todos los días para que no haya más bebés mártires y para que las mamás que han abortado se arrepientan sinceramente. Yo oro también para que los médicos que practican el aborto hagan penitencia.
Sexto Mandamiento: «No cometerás adulterio» (Exodo 20, 14).
«Vosotros habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues Yo os digo: ‘Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón’» (Mateo 5, 27–28).
Queridos amigos, yo he vivido en adulterio, que es un pecado mortal, según el No. 1856 del Catecismo. ¿Cuál hubiera sido mi condición si hubiera muerto con tal pecado en mi alma? El Nº 1035 del Catecismo nos dice: «La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del Infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden inmediatamente después de la muerte a los Infiernos, donde ellas sufren las penas del Infierno, ‘el fuego eterno’. La pena principal del Infierno consiste en la separación eterna de Dios, en quien solo el hombre puede tener la vida y la dicha para las cuales ha sido creado y a las cuales aspira».
Esta es mi experiencia. Yo me había casado civilmente con un señor divorciado que había recibido el Sacramento del Matrimonio catorce años antes y su esposa le había dejado por un amigo suyo. Sin embargo por haber accedido a la Confesión y a la Comunión, nosotros hemos vivido como hermanos y hermanas, separadamente.

Jesús me mostró a los demonios


Cuando yo me casé civilmente, Jesús de Amor vino a pedirme la continencia y me pidió reparación de mi pecado. A partir de ese momento, Jesús me mostró a los demonios que rodeaban mi alma y que estaban listos a llevarme con ellos al Infierno.
Pero Jesús de Amor, en su Misericordia infinita, me protegió. Entonces yo seguí lo que Jesús me pedía, porque Jesús vino para salvar a los que estaban perdidos. Ustedes saben que ningún pecado agota la gran Misericordia del Señor y mientras más se agota, más ella aumenta.

Todos estamos llamados a ser grandes santos


Luego Jesús de Amor me dijo: «Yo te llamo a la santidad, Yo te llamo a amarme». Jesús de Amor llama a todos los grandes pecadores a ser grandes santos. Su Misericordia infinita puede transformarnos día tras día. Entonces para mí ha comenzado un gran camino de liberación y Jesús de Amor me ha prometido que me guiaría y El lo ha hecho. Después, El me envía por el mundo entero para testificar su Bondad con todos los que vuelven a El, que se confiesan y que se arrepienten sinceramente de todos sus pecados.

Jesús: «Tu pecado está borrado»


Ustedes saben que cuando Dios ha perdonado los pecados, después de la Confesión, ellos ya no existen. Dios los olvida. Desde que me confesé, Dios me dijo: «Tu pecado está borrado».
Cuando yo estaba todavía casada civilmente, escribí un día al Vaticano para informarme de los casos de nulidad del Matrimonio, y el Vaticano me dijo que hacía falta que haya una causa válida y seria para esto. Yo reconocí delante de Dios que yo no tenía derecho a esta nulidad, puesto que los dos estábamos de acuerdo en el momento del Sacramento. Entonces, en conciencia con Dios, yo renuncié a este pedido. Sin embargo si yo hubiese hecho este pedido, yo hubiera debido dar cuenta a Dios en el día del Juicio, porque todos somos responsables de los actos que realizamos. Todo acto tiene una consecuencia en nuestra vida. Personalmente, yo preferí ser prudente por la salvación de mi alma.
Sin embargo, hay casos de nulidad que son realmente valederos y es la Iglesia la que decide para cada caso.
En 1987, Juan Pablo II ha denunciado el número excesivo de anulación de Matrimonios: un escándalo, ha dicho él, que amenaza con destruir el valor del Matrimonio cristiano. El ha denunciado la proliferación excesiva y casi automática de las declaraciones de nulidad, bajo el pretexto de inmadurez o de debilidad física de los esposos. «Una verdadera incapacidad de los esposos se justifica exclusivamente por una grave anomalía que afecta la capacidad de comprensión y de voluntad de los sujetos», dijo él.

«...Yo me divorcié»


Después de dos años de vida común como hermanos y hermanas, me divorcié, puesto que mi matrimonio civil no tenía ningún valor para Dios, dado que yo no podía recibir el Sacramento del Matrimonio.
El Catecismo de la Iglesia Católica Nº 1650 nos dice que son muchos hoy día, en muchos países, los católicos que han recurrido al divorcio según las leyes civiles y que contraen civilmente una nueva unión.
La Iglesia sostiene por fidelidad a la Palabra de Jesucristo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Marcos 10, 11–12), que ella no puede reconocer como válida una nueva unión si el primer matrimonio lo era.
Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, ellos se encuentran en una situación que contraviene objetivamente a la Ley de Dios. Desde entonces, ellos no puedan acceder a la Comunión Eucarística mientras persista esta situación. Por la misma razón, ellos no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales.
La reconciliación por el Sacramento de la Penitencia no puede ser concedida sino a los que se arrepienten de haber violado el signo de la alianza y de la fidelidad a Cristo, y se han comprometido a vivir en una continencia completa.
Queridos amigos, durante algunos años, yo he vivido en concubinato con otra persona. Yo no sabía que no estaba permitido vivir juntos sin haber estado casada religiosamente.
Dios me ha advertido también que era prohibido procrear fuera del Sacramento del Matrimonio. Si nacen hijos mientras los padres son católicos desde su Bautismo y ellos no están unidos a la Iglesia Católica, desgraciadamente son los hijos los que deberán llevar la consecuencia de la desobediencia de sus padres.
Pero aquí todavía, la Misericordia de Dios es infinita en el sentido en que nosotros tenemos la posibilidad de hacer celebrar Misas de reparación de nuestros pecados y después deberemos todos responder en el Juicio particular de nuestra alma, en la hora de nuestra muerte, de todos los pecados que hayamos cometido en la tierra y veremos su consecuencia y todo el film de nuestra vida.
Ya, todos nosotros veremos, en el momento del Aviso que se acerca, el estado de nuestra alma y la consecuencia de todos nuestros pecados y la ofensa que ellos han causado a Dios.
Queridos amigos, permanezcamos con gozo esperando en la Misericordia divina, si hacemos celebrar muchas Misas por nuestras almas y si estamos arrepentidos sinceramente de todas nuestras faltas, porque Jesús no sabrá negar nada al alma que confía en El y a quien libra de sus miserias a través de un Sacerdote.
En cada Confesión, se desclava a Jesús de Amor de su Cruz. ¡Quién podrá comprender la grandeza de tal Sacramento de Amor! Dios no desea sino nuestra liberación, tanto es su Amor. El nos quiere a todos en el Paraíso con El y con su Santa Madre María.

Un Dios de pasión celosa


Dios dice: «Yo soy un Dios de pasión celosa, que hace rendir cuentas a los hijos por la falta de los padres, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me detestan; pero que actúa con fidelidad hasta la milésima generación de los que me aman y observan mis Mandamientos» (Exodo 20, 5–6; 34, 7).
Por la Gracia de los  Corazones Unidos, los efectos maléficos de una maldición pueden ser neutralizados. ¡Cuántas veces se manifiestan en los hijos disturbios inexplicables: crisis psíquicas, físicas, disturbios nocturnos!
Rara vez se establece una relación con las consecuencias de los pecados cometidos por generaciones anteriores y que repercuten en sus descendientes.
Sin embargo, algunos fueron testigos en su propia familia de los efectos saludables de la oración de ofrenda sobre tales males hereditarios. He aquí esta bella oración.

Oración a los Corazones Unidos de Jesús y de María
«Padre Eterno, con confianza, yo os ofrezco los Corazones Unidos de Jesús y de María, las llagas victoriosas y sangrantes de Jesús y las lágrimas de María, nuestra Madre del Cielo. Señor, ¡que se haga vuestra Voluntad!».
Después, para recibir las bendiciones, hace falta muchas veces consagrarse a los Corazones Unidos de Jesús y de María, de la siguiente manera (si es posible todos los días, y vivir en estado de Gracia):
«En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Padre Eterno, habéis recibido la más alta Gloria de los Corazones de Jesús y de María. Vuestro Divino Hijo, hecho Hombre, ha cumplido perfectamente, en unión con su Madre, vuestra Voluntad en Espíritu de expiación amorosa. Nosotros os ofrecemos de nuevo esta alabanza para que nos bendigáis y nos curéis por estos Santos Corazones, e igualmente para que nos enviéis el Espíritu Santo que renovará la faz de la tierra.
Divino Redentor, nosotros reconocemos que sois el Hijo del Padre Eterno, el solo Mediador entre Dios y el hombre. Conforme a la Voluntad del Padre Eterno, habéis asociado a vuestra Santa Madre a vuestra misión, como Mediadora y Corredentora.
En un espíritu de viva confianza nos consagramos (nuestra familia, nuestra comunidad...) a los Corazones Unidos de Jesús y de María, a fin de obtener provecho de vuestra promesa y para obtener la unidad en la caridad.
Nosotros nos comprometemos a vivir nosotros mismos en el espíritu de los Corazones de Jesús y de María, y a contribuir a que los pedidos contenidos en la oración que nos habéis enseñado puedan realizarse.
Donde quiera que nuestra influencia puede ejercerse, nosotros nos esforzaremos en hacer honrar el Nombre de Dios, establecer el Reino de Dios entre nosotros y cumplir todo según vuestra Divina Voluntad. Entonces Dios bendecirá también la tierra y el pan cotidiano para todos.
Nos perdonaréis nuestros pecados e inclinaréis nuestros corazones a la paz. Misericordiosamente nos preservaréis de nuevas faltas y, en fin, nos libraréis de todo mal.
Cuando nosotros tengamos así la alegría de constatar que, por la intercesión de María, nos habéis socorrido, como obrasteis vuestro primer milagro en Caná por su intercesión y en unión con la Voluntad del Padre, entonces toda la tierra se unirá a la Iglesia para repetir la salutación del Angel y orar: ‘Yo os saludo, María...’.
Movidos por una absoluta confianza, sellamos la alianza con la más grande potencia de Amor sin jamás romperla. Señor, guiadnos todos los días de nuestra vida con vuestro Espíritu Santo hasta que nos presentemos a la puerta de la Patria Celestial. Amén».
Queridos amigos, la Gracia ligada al culto de los Corazones Unidos de Jesús y de María, rompe las leyes de la naturaleza y las predisposiciones hereditarias. Confiemos pues en Dios.

La Preciosa Sangre derramada en la Cruz


Algunos Sacerdotes comienzan a aceptar el celebrar Misas para la curación del árbol genealógico. Dios Padre perdona nuestros pecados gracias a la Preciosa Sangre derramada por Jesús en la Cruz. Si Jesús ha reparado todos nuestros pecados, nosotros también debemos aceptar reparar los nuestros en la tierra.
Si no se acepta repararlos en la tierra, por amor al tierno y dulce Jesús que ha sufrido tanto en la Cruz por salvarnos, se deberá pasar algún tiempo en el fuego de Amor del Purgatorio que es terrible. Un fuego devorador, pero un fuego de Amor infinito en el cual las almas se purifican antes de ver a Dios cara a Cara. Su más grande sufrimiento es estar separados de Dios. Ellas no pueden hacer nada por su propia liberación, pero nosotros podemos todo por ellas. Por eso el Cielo nos pide hacer celebrar muchas Misas para que ellas puedan entrar en el Cielo lo más rápidamente posible.
Se puede también sacar del tesoro de la Iglesia todas las indulgencias y ofrecerlas por ellas.
¿Qué es la indulgencia? «La indulgencia es la remisión delante de Dios de la pena temporal debida por los pecados cuya falta está ya borrada, remisión que los fieles bien dispuestos obtienen en ciertas disposiciones determinadas, por la acción de la Iglesia, la cual, como dispensadora de la Redención, distribuye y aplica por su autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos».
La indulgencia es parcial o plenaria, «según que ella libere parcialmente o totalmente de la pena temporal debida por el pecado».
«Todo fiel puede ganar indulgencias para sí mismo o aplicarlas a las difuntos» (Nº 1471 del Catecismo de la Iglesia Católica).
Se puede también rezar el Santo Rosario. Las santas almas del Purgatorio que son muy queridas por Dios, como nosotros lo somos todos en la tierra, piden esta oración por su liberación y en retorno ellas oran mucho por nosotros e interceden junto a Jesús de Amor por nosotros. Entonces nosotros obtenemos muchas Gracias en nuestra vida, gracias a las oraciones que ellas dirigen a Dios por nosotros.
Personalmente, yo ofrezco todos los días el Viacrucis por ellas y me acuerdo que un día Jesús me pidió continuar esta obra de Misericordia.
Séptimo Mandamiento: «No robarás» (Exodo 20, 15).
«No robarás"» (Mateo 19, 18).
El séptimo Mandamiento prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar al prójimo en sus bienes de cualquier manera que sea. El prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes terrestres y de los frutos del trabajo de los hombres. El pide en vista del bien común, el respeto del destino universal de los bienes y del derecho de propiedad privada. La vida cristiana se esfuerza por ordenar a Dios y a la caridad fraternal los bienes de este mundo (Nº 2401 del Catecismo de la Iglesia Católica).
Solo Jesús de Amor me ha curado, durante mi adolescencia, del deseo de apropiarme de muchas cosas que no eran mías.
Octavo Mandamiento: «No darás testimonio falso contra tu prójimo» (Exodo 20, 16).
«Se ha dicho a los antepasados: ‘No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos’» (Mateo 5, 33).
El octavo Mandamiento prohíbe tergiversar la verdad en las relaciones con los demás. Esta prescripción moral se deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios que es y que quiere la verdad. Las ofensas a la verdad se expresan por palabras o por actos, un rechazo a comprometerse en la rectitud moral; ellas son infidelidades fundamentales a Dios, y en este sentido, socavan las bases de la alianza.
Yo reconozco, no llegaba a mantener las promesas que había hecho a Dios, es decir, vivir la castidad después de mi conversión.
Yo quería casarme religiosamente, pero yo estaba obligada por una promesa que yo había hecho a Dios y Dios no olvida nunca lo que se le ha dicho un día. Sin su Gracia cotidiana, yo no podría mantener mis promesas, porque la soledad me pesa. Sin embargo, si yo no respeto mis promesas, yo no entraría jamás al Paraíso, porque Dios me ha dicho que El odia la infidelidad. Un día la Santa Virgen María vino, gentilmente, a recordarme que era necesario que yo observe lo que había prometido a Dios.
Noveno Mandamiento: «No desearás la mujer de tu prójimo» (Exodo 20, 17).
«Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mateo 5, 28).
Yo puedo deciros que yo codiciaba los bienes materiales. Por lo demás, antes de mi unión con Jesús de Amor, yo no vivía sino para el dinero y no por el amor. Ahora yo no vivo sino de Amor por la salvación de las almas y yo voy por el mundo entero para evangelizar por amor a mi tierno Jesús.
Décimo Mandamiento: «No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo” (Exodo 20, 17). «No desearás su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo» (Deuteronomio 5, 21).
«Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mateo 6, 21).
El décimo Mandamiento desdobla y completa el noveno, que versa sobre la concupiscencia de la carne. Prohíbe la codicia del bien ajeno, la raíz del robo, de la rapiña y del fraude, prohibidos por el séptimo Mandamiento. La «concupiscencia de los ojos» (1 Juan 2, 16) conduce a la violencia y a la injusticia, prohibidas por el quinto Mandamiento. La codicia encuentra su origen, como la fornicación, en la idolatría condenada en las tres primeras prescripciones de la Ley.
El décimo Mandamiento lleva en la intención del corazón: él resume, con el noveno, todos los preceptos de la Ley (Nº2534 del Catecismo de la Iglesia Católica).
Me ha sucedido varias veces antes de mi conversión, mirar y querer el marido de las otras, pero Jesús me ha enseñado a arrepentirme, a bajar la mirada y huir de los hombres. Sin embargo, yo caí con muchos hombres. Por eso mi alma estaba encerrada en la Bestia. Jesús me mostró la visión en 1997, justamente antes de Navidad, y me ha pedido aceptar mi penitencia. Yo sé que tendría muchas cuentas que rendir porque Dios me ha hecho saber, pero Dios espera también que yo le dé mucho amor.

Yo estaba condenada a las penas del Infierno por el padre de la mentira: Satanás


Queridos hermanos y hermanas, por todas estas razones, mi alma estaba en el fondo del abismo y estaba condenada a las penas del Infierno, en el sentido en que durante muchos años, yo había seguido al padre de la mentira, Satanás.
Yo estaba también castigada a causa de ciertos gestos indelicados que yo había hecho varias veces. Entonces yo estaba atada por el demonio en cadenas de odio.
San Miguel Arcángel me ha ayudado mucho a hacerme muy pequeña para mi Dios de Amor que no ama sino el amor de sus pequeñas criaturas creadas en su ternura infinita.
Los demonios que he visto antes de mi conversión y que me cercaban, tenían todos cabezas horribles con mucha maldad en la mirada y mucha crueldad. Yo había abandonado la alianza con Dios desobedeciendo su Ley de amor, de pureza y de caridad con los pobres.
Los demonios trabajan con las almas que practican la Nueva Era, el yoga, el reiki, la meditación trascendental, y si los chakras están abiertos, ellos entran en el cuerpo. Entonces hay necesidad de consagrarse al Corazón Inmaculado, de dejar estas técnicas y de confesarse, y de ver un Sacerdote para hacer cortar estos lazos infernales y de ayunar mucho.

El santo temor de Dios


Cuando se sale libremente de la Ley de Dios, no se puede ya ser protegido por El. Se está entregado en las manos de los Angeles caídos, porque nosotros hemos escogido el mal con toda libertad de elección, pero desde que nos arrepentimos sinceramente de nuestras ofensas a la Trinidad de Amor, Dios, en su Misericordia infinita, nos libera durante la Confesión.
Los demonios no tienen miedo sino de una cosa: que se vaya a la Confesión y que se rece el Rosario a la Misericordia divina; cuando se va a encontrar al Sacerdote para dar a Dios nuestros pecados, los Angeles caídos no tienen ya ningún poder sobre nuestra alma. En el momento de la Confesión, Jesús de Amor nos lava en su Preciosa Sangre y nos toma en su Corazón para hacernos reposar en El.

Una ley de amor y de respeto


Yo he debido reparar mis pecados con muchos sufrimientos y abnegación para con mis hermanos y hermanas a quienes encuentro en mis conferencias, y algunos llevan muchas veces una cruz pesada y están en la angustia. Entonces yo los consuelo con el Espíritu Santo con una oración de sanación que les apacigua.
El sufrimiento ha santificado y embellecido mi alma, porque he aprendido a amarlo.
Después de mi arrepentimiento en Medjugorge, yo he llorado mucho a causa de mi vida pasada en los clubes nocturnos y los malos cines y me gustaba incluso mirar films pornográficos, lo que ahora me causa horror. Yo comprendo que con todos estos pecados mi alma estaba al fondo del abismo. Sin embargo, la Confesión y la penitencia me han salvado, y puedo verdaderamente decir que ahora yo tengo la contrición perfecta de todos mis pecados.
A causa de mi egoísmo y de esta primera mitad de vida pasada, olvidando a los pobres que tenían necesidad de mi ayuda y de mi compasión, yo pedí a Dios tener piedad de mí, tener piedad de la gran miseria que soy yo y de enseñarme a vivir en Su Ley de Amor, de respeto y de pureza.

Jesús: «Tú tienes mi Misericordia»


Cuando yo me confesé y cuando dejé la Nueva Era y el adulterio, Jesús me dijo: «Yo soy el Hijo de Dios. Mi Nombre es Yeshova. Tú tienes mi Misericordia».
Dios, que ha visto mis esfuerzos de arrepentimiento y de retorno a El, en su Bondad infinita me dijo hasta qué punto El me amaba, y hasta qué punto yo le era amada y me pidió meditar su Pasión y ahí yo comprendí todo el Amor que El había tenido por mí y por cada criatura.

Yo puedo ofrecerle mi vida en acción de gracias


Jesús, durante su dolorosa Pasión, ha sufrido 5480 golpes para reparar todos nuestros pecados mientras era inocente, entonces yo puedo ofrecerle mi vida en acción de gracias.
Si yo no hubiera atestiguado la gran Misericordia que Dios ha tenido por mi alma, difícilmente hubiera obtenido Misericordia el día del Juicio particular de mi alma.
Sin embargo, si yo lo he hecho con toda libertad de corazón, es únicamente por amor al tierno y dulce Jesús que sufre tanto de ver a los pobres pecadores alejados de su Divino Corazón.
Dios me pidió meditar su Pasión y ahí yo he comprendido todo el Amor de Dios Hijo, el Verbo encarnado. Jesús de Amor perdona todo desde que se confiesa, El olvida todo con tal que se vuelva por un sendero de verdad con El.

Amor, Misericordia, Justicia


La Misericordia es su más grande atributo, aunque Dios está compuesto de tres atributos: el Amor, la Misericordia y la Justicia. Por eso Dios me ha explicado que después de esta vida, el Purgatorio es su Misericordia y el Infierno su Justicia. Dios me ha explicado que las almas que van al Infierno se han condenado ellas mismas. Va al Infierno el que quiere. Esto significa que la vida que se ha vivido en la tierra, se la continúa del otro lado. Queridos amigos, hay almas que prefieren permanecer en el pecado, es decir que ellas rechazan arrepentirse incluso en el momento de la agonía. Ellas no han querido arrepentirse, aun en el último segundo de su vida, de su existencia pasada en el placer de la carne, los placeres de la vida y los placeres del mundo en lugar de hacer penitencia y de orar mucho.
Si las almas pudieran comprender que Jesús es el mejor Padre, un Papá lleno de ternura. Es lo que yo he comprendido cuando yo volví a El. Jesús quiere nuestro amor y, personalmente, me ha pedido darle mucho amor. Jesús tiene un Corazón grande que tiene necesidad de nuestro amor. El mendiga nuestro amor y en la hora de nuestra muerte suplica que se acepte su Misericordia, pero ciertas almas la rechazan por su orgullo. Si, solamente, ellas conocieran el Amor y la Bondad de Dios, ellas se echarían en el océano de Amor de su Corazón ardiente y en los brazos de su Misericordia.
Jesús de Amor me ha invitado varias veces a hacer penitencia y a deplorar sinceramente todos mis pecados. Desde que yo me arrepentí, Dios me ha pedido aliviarlo porque tantas almas están lejos de El. Dios sufre mucho y yo he aprendido a consolar su Corazón afligido por los pecados del mundo.

Las santas Llagas de Jesús salvan


Jesús me ha hecho saber que sus santas Llagas me salvarían y me ha pedido ofrecerle mi vida. Yo estaba todavía apegada a lo material, aunque Jesús me pidió acercarme a la pobreza, y hace tres años, aunque yo no tenía el dinero para esto, yo quería comprar una hermosa casa, puesto que yo todavía tenía en mí el gusto del lujo, que no lleva al Paraíso.
Entonces Jesús de Amor me hizo comprender hasta qué punto yo era hipócrita. Mi conciencia no encontraba ya la paz, porque yo estaba lejos de la verdad del Evangelio: «Vende todo y sígueme».
Una vez más, yo estaba al fondo del abismo a causa de mi gran orgullo. Entonces Jesús de Amor me dejó purificarme en un gran sufrimiento, y en su Bondad infinita, El volvió todavía a explicarme no olvidar el Evangelio y pensar en los que están en la miseria material. Luego Jesús me animó a la solidaridad.

Jesús: «Despierta a tus hermanos»


Jesús de Amor, al principio de mi conversión, me atraía con fuerza hacia El al Tabernáculo y yo no podía ya dejarle. El me pedía no resistirle, porque El tenía muchas resistencias en mí. Yo iba a la iglesia todas las tardes para consolar al Corazón de Jesús de Amor, y yo comencé a hacer el Viacrucis todos los días, aunque estuviera muy fatigada. Dios me dijo que El veía mi fatiga. Entonces El mismo aumentó mis fuerzas y rápidamente me volvió a poner de pie e incluso me ha devuelto una buena salud para servirle en el mundo entero. Luego me pidió despertar la fe de mis hermanos.

Intervención de la Virgen María


Después la Virgen María me concedió muchas Gracias para mi conversión y no ha dejado nunca de hacerlo porque yo tenía mucha necesidad, por ser muy rebelde de naturaleza.
Entonces yo acepté estas Gracias y comencé a ir a la Misa todos los días, a leer la Biblia, a estudiar el Catecismo, a confesarme, a ayunar tres veces por semana, a rezar el Rosario porque Jesús me prometió que el Rosario me salvaría.
Después de haberme consagrado al Corazón Inmaculado de María, yo me hice imponer el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo. La Santa Virgen me ha protegido muchas veces gracias a este sacramental. Para obtener el privilegio sabático cuando se ha impuesto el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo, es necesario guardar el Escapulario día y noche, vivir la castidad según su estado de vida y rezar el Rosario todos los días. (El privilegio sabático significa que si nosotros morimos el miércoles, María nos liberará de las llamas del Purgatorio el primer sábado que sigue a nuestra muerte y nos llevará al Paraíso).
Hace once años que volví a la Iglesia Católica y yo puedo decirles que desde que sigo a Jesús de Amor, yo tengo mayor alegría que cuando llevaba la vida del mundo. Hay más alegría en dar a los hermanos y hermanas que se ama, que en recibir.
Para salvar mi alma, Jesús de Amor me pidió huir del mundo, es decir huir de todos los placeres que nos propone el mundo, porque si yo continuaba siguiendo al mundo, yo jamás podría entrar en el Reino de los Cielos. Yo he hecho la elección libre de Dios, Santa Trinidad, y he rechazado a Mammon.

La elección libre del Paraíso o del Infierno


Cuando yo hice la elección del Paraíso, yo puse este acto de amor por el Señor con toda libertad del corazón. Por supuesto, yo tengo cruces, como todos los cristianos fieles, pero Jesús de Amor me dijo que El es el Camino, la Verdad y la Vida.
Cuando yo esté en el Paraíso, las cruces que yo haya ofrecido a Dios en la tierra se harán lluvia de Gracias y de alegrías renovadas por toda mi eternidad y yo alabaré la Misericordia infinita de un Dios que sólo es Amor.
Después de mi divorcio, yo entré en una orden religiosa durante un año y medio para perfeccionar mi fe.
En el Nº 846 del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que «no podrán salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia Católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella».
Aunque yo me separé de la Iglesia Católica durante algunos años, el Bautismo que había recibido en mi nacimiento me había incorporado para siempre a la Iglesia que me ha concedido la Gracia por este Bautismo de que todos mis pecados sean perdonados, el pecado original y todos mis pecados personales, así como todas las penas del pecado (Nº 1263 del Catecismo de la Iglesia Católica).
Ustedes saben, hoy día, que muchas almas son ingratas con Dios que nos ha dado por su Iglesia todos los Sacramentos. Hay los que se llaman los Sacramentos de iniciación cristiana, como el Sacramento del Bautismo, el Sacramento de la Confirmación, el Sacramento de la Eucaristía.
Después se encuentran los Sacramentos de curación, como el Sacramento de Penitencia y de Reconciliación, la Unción de los enfermos.

La Unción de los enfermos siete veces


Personalmente, yo he recibido siete veces la Unción de los enfermos después de haber hecho abrir los chakras por un gurú. Yo he estado muchas veces moribunda a causa de estas técnicas que había conocido en el espiritismo. Dios me dijo que no estaba de acuerdo con estas técnicas. Yo salí de ellas puesto que me consagré al Corazón Inmaculado de María y yo he sido también advertida de que había evitado los suplicios del Infierno por la eternidad, pues yo había sido guiada por un gurú que me había enseñado a practicar el espiritismo.

La Gracia del Espíritu Santo


Hay también los Sacramentos de servicio de la Comunión, como el Sacramento del Orden y el Sacramento del Matrimonio que es indisoluble. Hay que comprender que los Sacramentos nos confieren la Gracia del Espíritu Santo. Nos ayudan a hacernos santos.
Hay también otras celebraciones litúrgicas, como los sacramentales y los funerales cristianos.
Personalmente, cuando el Señor me llame a El, yo deseo ser enterrada y no incinerada, aunque la Iglesia no lo prohíbe, porque mi cuerpo está llamado a resucitar un día.
El entierro de nuestros difuntos es una de las obras de Misericordia. Ustedes saben que los difuntos asisten a sus funerales. Entonces imaginen el dolor de los que ven sus cuerpos quemándose.

Algunos estudios en la Nueva Era

 

EL REIKI, PELIGRO MORTAL

 

 

El Yoga en la filosofía y en la práctica es incompatible con el Cristianismo

 

http://www.jmanjackal.net/esp/espyoga.htm

 

 

documento vaticano  sobre el esoterismo y la Nueva Era

 

 

http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_doc_20030203_new-age_sp.html

 

Queridos amigos, hace quince años, yo estudié ciertos autores de la Nueva Era que son falsos profetas, porque ellos no anuncian a Jesucristo como Dios. Actualmente, existen muchos falsos profetas.
San Pedro nos ha hablado de ellos en su Segunda Carta, capítulo 2, versículos 1–3: «Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una repentina destrucción. Muchos seguirán su libertinaje y, por causa de ellos, el Camino de la verdad será difamado. Traficarán con vosotros por codicia, con palabras artificiosas; desde hace tiempo su condenación no está ociosa, ni su perdición dormida».
La Nueva Era hace mención de algunos de entre los que yo he estudiado hace algunos años: Alice Bailey, Helena Petrovna Blavatsky, Allan Kardec, khrishnamurti, Sai Baba, Maitreya (el que se dice Cristo), Eliphas Levi, Leadbetter, Papus, René Guenon, Paracelse, Nostradamus, Carl Jung, Sigmud Freud, Edgar Cayce, Marilyn Ferguson, Lobsang Rampa, Carlos Castañeda... y muchos otros.
Desgraciadamente, todos estos autores jamás me han hecho conocer un Dios de Amor, un Dios Padre, un Dios Trinidad, un Dios lleno de dulzura, de Misericordia, de ternura y de compasión.
Yo he sido envenenada con el veneno que Satanás ha puesto en mi corazón a través de muchos de sus escritos y yo puedo decirles que solo la Preciosa Sangre de Jesús me ha salvado de este veneno infernal.

Jesús: «Tú te bañarás en mi Sangre»


Jesús de Amor, tranquilizándome, me dijo: «Tú te bañarás en mi Sangre”. Entonces, por amor a El y a la Santísima Virgen María que ha sufrido a causa de mis pecados, al pie de la Cruz, yo rompí y quemé todos los libros que estaban consagrados a la Nueva Era, al espiritismo, a la cartomancia, a la numerología, a la astrología, al ocultismo, a los horóscopos. Yo no quería que nadie los recuperase, porque yo hubiera sido responsable delante de Dios si alguien venía a tener conocimiento de ellos.
San Miguel Arcángel ha contribuido mucho en mi liberación, pues él me ha dicho que no amaba el orgullo. Entonces, yo he debido caminar en la humildad.
Un día yo fui marcada por un libro: «¿PUEDE LIBERARSE DE LOS ESPIRITUS IMPUROS?», donde Monseñor Tournyol de Clos (Ediciones del archiestratega), nos dice:
«Si vosotros habéis estado en contacto con el ocultismo, el esoterismo, el espiritismo, la astrología, la brujería, la magia, el hipnotismo, el reiki, el yoga, la meditación trascendental, la Nueva Era y toda especie de sectas; o también con prano-terapeutas, que se dicen curanderos a magnetizadores, que curan por imposición de las manos, pases magnéticos o radiestesia o péndulo; si habéis visitado a videntes o hechiceros tales como magos, adivinos, marabús o gurús, a cartománticos que leen en las cartas; a quirománticos que leen en las líneas de la mano o a nigromantes que consultan a los espíritus de los difuntos: sabed que os habéis dirigido a individuos que trabajan con el demonio y que habéis dado a Satanás cierto poder sobre vosotros.
Si vosotros mismos habéis tratado de conocer el futuro, aun por juego en los tarots o los horóscopos, si habéis llevado amuletos tales como talismanes, signos del zodíaco; si habéis hecho –o si se ha practicado por vosotros– ritos ocultos, si habéis pronunciado fórmulas o repetido palabras secretas como los mantras por ejemplo, en fin, si habéis frecuentado lugares envenenados por la brujería, el vicio o la depravación moral; con mayor razón si vosotros mismos habéis hecho un pacto con Satanás, hecho magia, invocado a los muertos; tirado suertes, proferido maldiciones o blasfemias, debéis ante todo esforzaros por daros cuenta que habéis ofendido gravemente a nuestro Padre del Cielo».
Por lo mismo, es necesario hacer una Confesión exhaustiva para pedir a Dios perdonarnos estos extravíos y estos pecados que abomina, si bien estos acontecimientos son antiguos y si, en la época, nosotros no éramos conscientes de ofenderlo.
Queridos amigos, la Palabra de Dios en el Deuteronomio 18, 10–12, nos dice: «No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique la adivinación, la astrología, la hechicería o la magia, ningún encantador, ni quien consulte a espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahvé tu Dios, y por causa de estas abominaciones desaloja Yahvé tu  Dios a esas naciones a tu llegada».

El Rosario a los nueve Coros de los Angeles y el acto de amor


Como el tierno Jesús nos ama a cada pequeño, yo me he hecho muy pequeña y he implorado al gran San Miguel por mi liberación. Todos los días, yo rezo el Rosario a los nueve Coros de los Angeles, por mi protección y por la liberación del mal que queda en mí y yo le doy gracias por liberarme del orgullo espiritual del que estaba invadida a causa de esas falsas doctrinas. Yo rezo también la oración: «Jesús, María, yo os amo, salvad las almas», porque cada vez que este acto de amor es rezado con el corazón, se salva un alma.
Desde que yo volví, de todo corazón, a Dios y a la Iglesia, he sido advertida por el Cielo que he sido marcada con el sello de Dios que recibí en El Escorial, lugar del que el Cardenal de Madrid ha reconocido todas las obras de misericordia.
Yo tengo, especialmente, que dar gracias a la Santísima Trinidad y a la Santísima Virgen María, siempre Virgen, que a pesar de mi gran miseria ha puesto sobre mi frente un sello especial, el sello de Dios, para que el enemigo no pueda apoderarse de mi alma.

El microchip es la marca de la Bestia


Muy queridos amigos, Satanás actualmente está desencadenado para perder a todas las almas que él intenta perder, por el orgullo espiritual; y uno de sus planes es llegar a marcar a cada individuo con una marca sobre la frente o sobre la mano.
Dios, en su Misericordia infinita, me ha pedido hablar de esta marca de la Bestia que se la puede llamar «microchip». Para esto, El simplemente me ha mostrado su Palabra en Apocalipsis 13, 16–18: «Por sus maniobras, todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se harán marcar sobre la mano derecha o sobre la frente, y nadie podrá comprar nada ni vender, si no está marcado con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.
¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues ésta es la cifra de un hombre. Su cifra es 666».
Dios me ha mostrado también su Palabra en Apocalipsis 14, 9–10: «Otro Angel les siguió, diciendo con fuerte voz: ‘Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y se hace marcar en la frente o en su mano, tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado puro, en la copa de su cólera. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos Angeles y delante del Cordero’».
Muy queridos amigos, el microchip es la marca de la Bestia. Desgraciadamente, si nosotros lo aceptamos voluntariamente en nuestro cuerpo, nosotros seremos suprimidos del Reino de los Cielos por la eternidad.
Dios nos llama al valor, a la fe, a la esperanza en su ayuda y en su Poder infinito que nos protegerá durante los tres años y medio del Anticristo. Dios enviará a Sus Angeles para proteger a su Pueblo que rechazará dejarse marcar por la Bestia para la eternidad. Dios proveerá a su Pueblo de todo lo que necesita.  Entonces, ¡confianza! Dios me ha advertido que era necesario que yo tema no hablar del microchip. Entonces yo advertí a tiempo y a destiempo, mientras nosotros estamos en el tiempo de la gran Misericordia de Dios.
Sin embargo, queridos amigos, sepan que los que quieren ser marcados con el sello de Dios por los Angeles deben observar los diez Mandamientos de Dios, la pureza, la caridad, la pobreza, el compartir y la obediencia a la Iglesia. (Apocalipsis 7, 3: «No causéis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos marcado en la frente a los servidores de nuestro Dios»).

Eucaristía: obediencia a la Iglesia


Queridos amigos, para ser obediente a la Iglesia, dado que el buen Jesús me ha pedido someterme en todo, yo quise tener conocimiento de lo que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos nos decía sobre lo que debe ser observado y evitado, concerniente a la Santísima Eucaristía.
Entonces yo estudié la instrucción REDEMPTIONIS SACRAMENTUM.
Yo deseo simplemente citaros algunos pasajes que me han impresionado más.
En el Nº 92 se dice: «Todo fiel tiene siempre derecho de recibir, según su opción, la Santa Comunión en la boca. Si un comulgante desea recibir el Sacramento en la mano, en los lugares en donde la Conferencia Episcopal lo permite, con la confirmación de la Sede Apostólica, se puede darle la Santa Hostia. Sin embargo, hay que velar atentamente, en este caso, que la Hostia sea consumida en seguida por el comulgante delante del Ministro, para que nadie se retire con las especies eucarísticas en la mano. Si hay peligro de profanación, la Santa Comunión no debe ser dada en la mano de los fieles».
En el Nº 93: «Hay que mantener el uso de la patena para la Comunión de los fieles, a fin de evitar que la Santa Hostia o algunos fragmentos, caigan al suelo».
En el Nº 94: «No está permitido a los fieles tomar ellos mismos la Santa Hostia o el Santo Cáliz, menos todavía transmitirlos de mano en mano».
Además a este respecto, hay que hacer cesar el abuso siguiente: Durante la Misa de Matrimonio, ocurre que los esposos se dan recíprocamente la Santa Comunión.
En el Nº 104: «No está permitido al que recibe la Comunión mojar él mismo la Hostia en el Cáliz, ni recibir en la mano la Hostia que ha sido mojada en la Sangre de Cristo».
En el Nº 157: «Si habitualmente los Ministros presentes en la celebración son en número suficiente, incluso para la distribución de la Santa Comunión, no es permitido designar para esta función a los ministros extraordinarios de la Santa Comunión.
En las circunstancias de este género, los que fueren designados a tal ministerio, no deben ejercerlo. Es pues necesario reprobar expresamente la actitud de los Sacerdotes que, estando presentes en la celebración, se abstienen sin embargo de dar la Comunión, encargando a los laicos asumir tal función».
En el Nº 158: «En efecto, el ministro extraordinario de la Santa Comunión no puede dar la Comunión sino en el caso en que el Sacerdote o el diácono falten, cuando el Sacerdote está impedido a causa de una enfermedad, de edad avanzada o por otro motivo serio, o también cuando el número de fieles que se acercan a la Comunión es tan importante que esto ocasionaría a prolongar la celebración de la Misa de una manera excesiva. A este propósito se considera sin embargo que el hecho de prolongar brevemente la celebración, teniendo en cuenta las costumbres o el contexto cultural del lugar, constituye una causa enteramente insuficiente».

Comunión y Confesión


El Espíritu Santo me ha enseñado poco a poco a comulgar y a confesarme bien. Antes de mi conversión, yo no sabía que la Iglesia nos pide, por humildad, hacer una genuflexión o una simple inclinación antes de recibir la Santa Eucaristía. Entonces en un espíritu de sumisión a la Iglesia, yo lo hacía por amor a Dios, Divina Majestad.
Muy queridos amigos, antes de comulgar, yo he debido aprender a confesarme de los pecados capitales como el orgullo, la avaricia, el deseo, la envidia, los celos, la glotonería, la cólera, la pereza. Estos pecados, si no son confesados arrastran todos a cometer pecados más graves.

Dios quiere salvar a los homosexuales


En mi juventud, yo he tenido muchos amigos homosexuales. Dios que los ama hasta la locura quiere salvarlos a todos. El les pide para ser salvados, observar la castidad. Dios quiere que nosotros seamos puros y Dios quiere que todos nosotros sepamos que el Infierno está lleno de impurezas y de sufrimientos sin nombre para las almas que no han querido arrepentirse del placer mientras estaban en la tierra. Suplicios eternos esperan a los que se rehusaron, hasta el último segundo, a arrepentirse.
La Palabra de Dios es muy clara (1 Corintios 6, 9): «¿No sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales..., heredarán el Reino de Dios”.


Nueva Era


La Iglesia nos advierte que la Nueva Era hace publicidad de un amplio  abanico de prácticas tales como: la meditación trascendental, el hinduismo, el budismo, el Control Mental Silva, el tarot, el péndulo, la astrología, el chamanismo, la brujería, el yoga, el reiki, la acupuntura, el biofeedback, la visualización, los tratamientos psíquicos, la curación por los cristales, la música o los colores, las terapias de la reencarnación, etc.
Muy queridos amigos, si yo hubiera ido a comulgar sin haberme confesado de los pecados que he citado más arriba, hubiera traído la condenación sobre mí misma, es decir que en cada Comunión, me hubiera hundido un poco más en un profundo abismo.
San Pablo nos ha pedido discernir el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 11, 28–30): «Examínese pues cada cual, y coma el pan y beba la copa; pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propio castigo. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos”.
Personalmente, yo ruego a Dios, en mi gran miseria, que me conceda la Gracia de convertirme todos los días, y antes de ir a confesarme, yo pido al Espíritu Santo y a los Santos me muestren todos mis pecados.

Las técnicas de Satanás


En mis diversas conferencias en el mundo, las personas que yo encuentro han abordado más o menos el yoga o el reiki.
Entonces Jesús quiere que ellos sepan que estas técnicas no vienen de El, sino de Satanás que les encadena y que tiene un poder sobre ellos. Dios no pide sino liberarles si ellos aceptan volver a El por la Confesión. La Confesión es un acto de amor que se ofrece a Dios. En el momento en que se entra en el confesionario, Dios abre de par en par sus brazos para acogernos en su Corazón. El se mantiene simplemente oculto detrás del Sacerdote, pero es El solo quien actúa en nuestra alma y lava en su Preciosa Sangre.
Nosotros debemos preparar nuestra eternidad por la oración, la pobreza, la penitencia y por muchos actos de caridad, porque el día en que nos presentemos delante de Dios, para poder ser admitidos en el Cielo, será preciso llegar con las manos llenas de misericordia (toda clase de oraciones por los agonizantes, por los pecadores, por nosotros mismos, por las santas almas del Purgatorio, caridad con los pobres, visita a los enfermos, visita a los prisioneros...).
Lo seguro es que en el Juicio particular de mi alma, yo deberé dar cuenta a Dios de todos mis pensamientos, mis acciones, mis palabras. Por eso, yo acepto de todo corazón dejarme purificar en la tierra, a fin de evitar a todo precio el fuego de Amor del Purgatorio. Yo intento transformar todos mis pensamientos, mis acciones y mis palabras en puro amor.
He aquí, queridos lectores, el testimonio de una gran miseria que ha vuelto a su Señor de todo corazón por amor a El, porque Dios no ha dudado en subir a la Cruz y de sufrir por mí, por salvarme y por salvarlos personalmente. No hay amor más grande que el de dar la vida por sus amigos.
La eternidad no bastará para agradecer a Dios por su gran paciencia para conmigo, por mi conversión y por alabar su gran Misericordia.
Muy queridos amigos, yo he pedido la Gracia de la pequeñez para llegar a ser el Amor, amor del hijo pródigo que ama a su Padre Celestial hasta la locura... Y ustedes, ¿están prestos, queridos amigos, a ofrecer su vida, sin temor del martirio, por la sola gloria del Padre, por puro amor?”.

FABIANA GUERRERO
 

Términos, técnicas y prácticas de la Nueva Era

El Vaticano emitió el documento ¨Jesucristo portador del Agua viva, una reflexión cristiana sobre la Nueva Era¨. En este estudio se describe como la nueva era con su publicidad hace eco de una amplia gama de prácticas, como la acupuntura, el biofeedback, la quiropráctica, la kinesiología, irridiología, la homeopatía, masajes y diversos tipos de equipos técnicos (como la ergonomía, Feldenkrais, reflexología, Rolfing, masaje de polaridad, tacto terapéutico, etc.), varios tipos de meditaciones no cristianas, la visualización, terapias nutricionales, tratamientos psicológicos, diferentes tipos de usos de plantas medicinales (tomando lo natural y convirtiéndolo en superstición),curación por cristales, por metales o por  música o colores (cromoterapia), terapias de reencarnación y, por último, programas de doce pasos y  grupos de auto-realización. (Fuente: Pontificio Consejo para la Cultura y Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso). 

  

Otros prácticas: el tarot, la numerología, la astrología, la adivinación,, líneas de mano, el magnetismo, el enegrama, la escritura automática, amuletos y talismanes, el tantra, la interpretación de los sueños (oniromancia) , la superstición, las reuniones y chanelling (canalización) , sesiones de sanación con los seres de la luz, la reconexión de sesiones individuales, Tabla Ouija, la creencia en el karma / la reencarnación, los curanderos N. Edad, la telepatía, la telequinesis, el pensamiento positivo, radiestesia, péndulo, Bendición de Toronto, el entrenamiento autógeno, la psicología transpersonal, piensa otra vez, el desarrollo del potencial humano, la creenciaen los ovnis y extraterrestres, el simbolismo, el vudú, chamanismo magia blanca o negro,, hipnosis, viajes astrales, la fuerza psíquica, la respiración N. La edad, la lectura de la voluntad, todas las formas de energías curativas, los chakras de apertura, de Bach, la fitoterapia, Etiopathie, terapia de relajación, la terapia auricular, shiatsu zen, todas las artes marciales, el Método Silva, la meditación trascendental, la sugestión mental, el ayurveda, kama sutra, todos los cursos de sanación interior, la música New Age en la relajación de la Nueva Era, la musicoterapia, Eneagrama, Ying / Yang, arco iris, oraciones N. La edad, el laberinto, el gnosticismo, el monismo, el panteísmo, el taoísmo, el budismo y el hinduismo y Gandhi se reanuda por N. Edad, rosacruces, martinismo, la masonería, la Madre Tierra, Gaia, Sofía, Era de Acuario, Cristo cósmico, diversas revistas N. Edad (3er milenio, La Palabra Diaria, despertar la evolución, Living Magazine, Amanecer, lo esencial, lo sublime gusto, Casa del siglo 21, el yoga Mondo). 

Para los niños: Pokemon - Magic tarjetas, juegos de rol, el Yu gi oh, Wicca, Game Boy, Halloween ... 

  

Nueva Era: Autores Varios / Libros 

Elizabeth Clare Prophet, Rampa Lopsang, Marilyn Ferguson, Allan Kardec - Denis León - Gabriel Delanne (espiritualismo), H. P. Blavastky, Annie Besant, Alice Bailey, David Spangler, Rudolf Steiner, Khrishnamurti, Confucio, Nostradamus, Gerard Encausse, Eliphas Levi, Cagliostro, Shin Ru Adb, Benjamin Creme, S. Freud, Meurois-Givaudan, Rajneesh, Sri Aurobindo, Fritjof Capra, E. Cayce, Gurdjieff GI, Gibran Khalil, René Guénon, George Lucas, Carl Jung, Shirley MacLaine, la R. Secreto Byrne, el libro Ca Marche, la Cábala, el Bhagavad Gita, el Libro de Urantia, los libros apócrifos, El Código Da Vinci / Ángeles y Demonios D. Brown, H. Potter Thödol el Bardo, el Libro de los Muertos libros contemporáneos sobre todas las comunicaciones con los ángeles, las lecturas sobre los niños índigo, libros de Mantak Chia, tales como energías curativas, como la lectura télod Kryon y soria , Oasis, la Atlántida, el libro de Eckart (nueva tierra) ... 

Usted encontrará todo lo que se menciona en algunos sitios "Librería de la Nueva Era" 

Para el informe «Jesucristo, portador de agua viva", ver ediciones Téqui. 

 
TESTIMONIO EXTRAORDINARIA DE GLORIA POLO

Tomado de una de las entrevistas efectuadas a la doctora Gloria Polo en Radio Maria (Colombia) 

¡Hermanos! De verdad es muy lindo para mí estar con ustedes compartiendo ese hermosísimo regalo que me hizo mi Señor Hace más de diez años. (Esto fue en la Universidad Nacional en Bogotá). Nos estábamos especializando con un sobrino que (también era odontólogo y mi esposo nos acompañaba. teníamos que recoger unos libros en la Facultad de Odontología un viernes por la tarde. Estaba lloviendo muy fuerte, mi sobrino y yo nos fuimos debajo de un paraguas muy pequeño, y mi esposo tenía su chaqueta impermeable y él se acercó contra la pared de la Biblioteca General. Mientras nosotros, sin darnos cuenta saltando para evitar coger charcos, nos acercamos a los árboles .Cuando fuimos a saltar para evitar coger un gran charco nos cayó un rayo. Nos dejó carbonizados; mi sobrino fallece   allí.

 Él era un muchacho, a pesar de su corta edad, muy entregado al Señor y era muy devoto al Niño Jesús y traía siempre la imagen de él en su pecho dentro de un vidrio de cuarzo. Según la fiscalía el rayo entra a través de la imagen, Y a él le entra el rayo en el corazón, le quema por dentro y le sale en el pie. Pero por fuera no se carbonizo. Ni se quemo. En cambio a mí el rayo me entra en esta parte. Me quema de forma espantosa todo mi cuerpo, por fuera y por dentro, esto que ven aquí, este cuerpo reconstruido, es misericordia de nuestro Señor. Me carboniza me deja sin senos, prácticamente se me desaparece toda mi carne y mis costillas; el vientre, las piernas... sale el rayo por el pie derecho, se me carboniza el hígado, se me queman los riñones, los pulmones…

 

Planificada con la T de cobre. De manera que el cobre, buen conductor eléctrico, me carbonizo, me pulverizo los ovarios, quedé en paro cardiaco, allí sin vida, el cuerpo saltando por la electricidad que quedó en todo ese sitio. Pero miren. Ésa es la parte físico. Pero lo más hermoso, lo más bello, es que mientras mi carnes estaban allí carbonizadas, yo en ese instante me encontraba dentro de un hermosísimo túnel blanco, era un gozo, una paz, una felicidad que no hay palabras humanas para describirles la grandeza de ese momento; era un éxtasis inmenso, Yo iba feliz gozosa, nada me pesaba dentro de ese túnel, miré en el fondo de ese túnel como un sol, una luz hermosísima. Yo digo que es blanco para ponerle color porque ninguno de los colores es comparable terrenalmente con esa luz hermosísima. Yo sentía la fuente de todo ese amor. De esa paz...

 

Cuando yo voy subiendo digo: ¡miércoles! Me morí. Y en ese instante pienso en mis hijos y digo: - ¡Ay Dios mío, mis hijitos! ¿.Qué van a decir esos hijos? Esa mamá tan ocupada, nunca tuvo tiempo para ellos. Ahí miro con verdad la vida mía y me da tristeza.  Me salí de mi casa a transformar el mundo; y me quedaron grandes mis hijos y mi hogar.

 

 

 

 

 

 

Y en ese instante de vacío por mis hijos. Yo hago una mirada, cuando miro hay algo bello; ya mis carnes no estaban ni en las medidas de tiempo de acá. Ni de espacio, y vi a todas las personas en un mismo instante, en un mismo momento, a todas las personas; a k>s vivos ya los muertos, me abracé con mis bisabuelos. Con mis padres, que habían fallecido, con todos, fue un momento pleno, hermoso. Ahí me di cuenta, que me habían metido un " Gol" en la reencarnación, porque yo si defendía la reencarnación. Y yo decía, mi abuelo y mi bisabuelo, andaba viéndolos por todas partes. Me abrazaron, me encontré con ellos en un instante, nos abrazamos y abracé a todas las personas con las cuales tuve que ver en mi vida, en todas partes, en un mismo instante. Sólo a mi hija cuando yo la abracé, se asusto, tenía 9 años, ella, sí sintió mi abrazo. No había pasado nada de tiempo en ese momento tan hermoso, y que lindo; ya sin carnes. Ya no miraba corno miraba antes, que sólo miraba el que estaba gordo, flaco, negro, feo, con criterios. Así no, Ya cuando estaba sin carnes. Veía el interior de las personas, que lindo ver el interior de las personas. Ver en las personas sus pensamientos, sus sentimientos. Los abracé en un instante y sin embargo, yo seguía subiendo y subiendo llena de gozo. Cuando, sentí que iba a disfrutar de una vista hermosa; en el fondo un lago bellísimo. En ese instante oigo la voz de mi esposo, mi esposo llora y con un grito profundo, con todo el sentimiento me grita, dice: "Qué hubo ¡Gloria! por favor no se vaya! ¡Mire Gloria regrese! los niños Gloria. No sea cobarde". En ese instante yo hago esa mirada así, como global y no lo miro sólo a él y lo vi llorando con tanto dolor Y ahí el Señor me concede regresar, yo no me quería venir Que gozo, que paz, que alegría. Entonces, empecé a bajar lento a buscar mi cuerpo, me encontré sin vida.  Estaba mi cuerpo en la camilla de la Universidad Nacional de la Enfermería; veía como los médicos le hacían como choques eléctricos a mi corazón para sacarme del paro cardíaco. Duramos dos horas y media allí, tirados. Porque no nos podían recoger, porque "le pasábamos corriente" a todo el mundo. Hasta que dejamos de "pasar corriente" y nos pudieron asistir. Y me empezaron a reanimar. Mire. Yo llego y pongo los pies aquí. En esa parte de mi cabeza. Y una chispa con violencia me entra. Y yo entro en mi cuerpo; me dolió muchísimo entrar. Porque es que salen chispas como de todas partes. Y lo veía encapsular en esto "tan chiquito". Y el dolor de mi Carne. Mi carne quemada. Como me dolía. Salía humo y vapor. Y el dolor más terrible, el de mi vanidad. Una mujer con criterios de mundo, la mujer ejecutiva. La intelectual, la estudiante, y la esclavizada del cuerpo, de la belleza y de la moda: 4 horas diarias de aeróbicos. Esclavizada para tener un cuerpo hermoso. Masajes. Dietas... bueno. De todo lo que se quieran imaginar esa era mi vida. Una rutina esclavizante por un cuerpo bello. Y yo decía: - Bueno, si tengo senos bonitos es para mostrarlos porque que tal guardados igual mis piernas, porque sentía que tenia muy espectaculares piernas y senos; en un instante veía con horror. Como toda una vida cuidando un cuerpo. Ése era el centro de mi vida: el amor a mi cuerpo. Y no había cuerpo. Ni senos. Unos huecos impresionantes. Sobre todo el seno izquierdo. estaba prácticamente desaparecido, y mis piernas, era lo más terrible que tenia, pedazos vacíos y sin carnes, como chicharrón negrísimos... y de allí me llevaron al Seguro Social, rápidamente me operan y empiezan a raspar todos mis tejidos quemados. Cuando yo estoy

 

Anestesiada. Me vuelvo a salir del cuerpo. Y estaba mirando lo que estaban haciendo los médicos con mi cuerpo. Preocupada por mis piernas. Cuando de pronto. Fue un momento tan terriblemente horroroso. Porque yo les cuento mis hermanos: "Católica Dietética" como toda mi vida. Pues mi relación con el Señor. Era una eucaristía los domingos. 25 minutos donde el Padre hablara menos, porque que desespero y que angustia. Esa era mi relación con Dios. Y como esa era mi relación. Sólo eso, pues todas las corrientes del mundo me arrastraban como una veleta; al punto de que cuando ya me estaba especializando. Y cuando yo estaba estudiando y oía a un sacerdote que" el infierno no existía y que los diablos tampoco" ¿Quién dijo miedo? a mi lo único triste, mire padre, y vergonzosamente les confieso y lo único que me mantenía en la iglesia. Era el miedo al Diablo. V cuando me dicen que no existe. Pues que lucha. Y yo dije: "Bueno para el Cielo Vamos, no importa como somos", Entonces, eso termino de alejarme totalmente del Señor. Empiezo hablar mal porque el pecado no se quedó en mi, yo empiezo a dañar mi relación con el Señor peor. Y empiezo a decirte a todo el mundo que los demonios no existen, que son invenciones de los curas, que son manipulaciones, bueno. Empiezo,.. Y estudiando con muchos compañeros de La Nacional, empecé a andar con el cuento de que Dios no existía y que éramos producto de una evolución. Y miren, cuando, cuando me veo en ese instante, que susto tan terrible! cuando veo a los demonios, y que me vienen a recoger, y que la paga soy ¡yo!...En ese instante, empiezo a ver como de la pared del quirófano empiezan a brotar muchísimas personas. Aparentemente común y corrientes, pero con una mirada de odio tan grande, una mirada espantosa y yo me doy cuenta en ese instante, que en mis carnes hay una sabiduría especial, y yo me doy cuenta que a todos ellos les debo; que el pecado no fue gratis y que la principal infamia y mentira del demonio fue decir que no existía, y veo como me vienen y me empiezan a rodear y me vienen a recoger. Ya ustedes tienen idea del susto, el terror, esta mente científica e intelectual no me servía de nada. Y rebotaba al piso, rebotaba dentro de mi carne, para que mi carne me recibiera y mi carne no me recibía. En ese susto tan terrible, yo salí corriendo y no sé en que instante atravesé la pared del quirófano. Yo aspiraba esconderme entre los pasillos del hospital, y no cuando pase la pared del quirófano... "zas" un salto al vació...

 Y entro por una cantidad de túneles que van abajo. Al principio tenían luz y eran luces como panales de abeja. Donde había muchísima gente. Pero voy descendiendo y la luz se va perdiendo y empiezo andar en unos túneles de tinieblas espantosas y cuando llego a las tinieblas esas no tienen comparación, vea, lo más oscuro de lo oscuro terrenal es luz del mediodía allá. No se puede comparar. Ellas mismas ocasionan dolor. Horror. Vergüenza y huelen mal. Y yo termino ese descenso por entre todos esos túneles y llego a una parte plana desesperada, esa voluntad de hierro que decía que tenia, es que a mi nada me quedaba grande, no me servia de nada. Porque yo quería subir e igual estaba ahí, y veo como en es piso se abre una boca grandísima y siento un vació impresionante en mi cuerpo, un abismo al fondo inenarrable, porque lo mas espantoso de ese hueco era que no se sentía ni un poco del amor de Dios, ni una gota de esperanza y ese hueco tiene como unas chupas y me halan y yo grito aterrorizada.

 

Y yo sabia que si entraba ahí, ya estaba muerta mi alma. Y en ese horror tan grande, cuando estoy entrando, me toman de los pies. Mi cuerpo entro en ese hueco pero mis pies estaban sostenidos de arriba. Fue un momento muy doloroso y terrorífico. ¡Vea!  El ateismo se me quedo en el camino y empecé a gritar: ¡”Almas del purgatorio por favor sáquenme de aquí”! Cuando yo estaba gritando fue un momento de un dolor inmenso porque me doy cuenta que ahí se encuentran millares y millares de personas en ese hueco sobre todo jóvenes y con dolor me doy cuenta que se empiezan a escuchar el rechinar de dientes con unos alaridos y lamentaciones que me estremecían. Muchos años me habían costado para asimilar eso, porque yo me ponía a llorar cada vez que me acordaba del sufrimiento de esas personas, y me doy cuenta que allí estaban todas las personas que en un segundo de desesperación se habían suicidado y estaban en esos tormentos con todas esas cosas que ahí se encontraban, pero los mas terrible de esos tormentos es la ausencia de Dios. No se sentía al Señor.

 

 

Yen ese dolor empiezo a gritar “¿quien se equivoco?”. Miren yo tan santa. Jamás he robado yo nunca he matado, yo le daba mercados a los pobres, yo sacaba muelas gratis a los que necesitaban. ¿Yo que hago aquí?. Yo iba a misa los domingos, a pesar de que me consideraba atea nunca falte, si en mi vida falte cinco veces a misa fue mucho. Yo era alma que siempre iba a misa. Y yo que hago aquí. Yo soy católica, por favor yo soy católica sáquenme de aquí. Cuando yo estoy gritando que soy católica, veo una lucecita y miren una luz en esas tinieblas es el máximo regalo que puede recibir uno. Veo unas escaleras encima de ese hueco, veo a mi papa, que había fallecido cinco años atrás, casi a ras del hueco, un poquito de luz tenia y cuatro escalones mas arriba veo a mi mama, con mucho mas luz y en esa posición como de oración.

 

Cuando yo los vi. Me dio una alegría tan grande, y empecé a gritar:” ¡papito, mamita por favor sáquenme de aquí se los suplico, sáquenme de aquí!”. Cuando ellos bajan la vista y mi papa me ve allí si hubieran visto el dolor tan grande que sintieron ellos; uno siente los sentimientos en el sitio, uno mira esa parte y ve ese dolor tan grande, mi papa empezó a llorar y se ponía sus manitas en la cabeza y temblaba: “¡hija mía, hija mía!”. Y mi mama oraba y me doy cuenta que ellos no me pueden sacar pues el dolor que me daba era de ver que ellos estaban allí compartiendo ese dolor conmigo.

 

Y empiezo a gritar de nuevo:” ¡por favor, miren, sáquenme de aquí, que soy católica!,” ¿pero quien se equivoco?" ¡Por favor, sáquenme de aquí! Y cuando yo estoy gritando esta segunda vez, se escucha una voz, es una voz dulce, es una voz que cuando la escucho se estremece toda mi alma, y todo se inundo de amor y de paz, y todas esas criaturas salieron despavoridas, porque ellas, no resisten el amor, ni la paz y hay paz para mi, me dice esa voz tan preciosa: “muy bien, y si tu eres católica dime los mandamientos de la ley de Dios”.

 

 

 

 

 

 

Y que rajada tan horrible, ¡,oyeron?, yo sabia que eran diez pero de ahí en adelante nada, ¡miércoles! qué voy hacer aquí. No, aquí si hago. Mi mamá siempre me hablaba del primer mandamiento del amor. Al fin me sirvió. Al fin ~ sirvió para algo "la carreta" de mi mamá. Aquí me toca "echar esta carreta" de mi mamá. Para ver como salgo de ésta que no se note las demás. Pensaba manejar las cosas como la manejaba acá siempre tenia la excusa perfecta, y siempre me justificaba y me defendía de tal manera que nadie se enterará de lo que no sabia. Y aquí me figuro, aquí empiezo a decir: ..El primero. Amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo ", -¡" Muy bien!" Y me dicen:-" ¿ Y tú los has amado" - Y digo :yo sí, yo si, yo si,!  Y es cuando me dicen: "No” Miren. Cuando me dijeron ..No !", ahí sí sentí el corrientazo del rayo, porque yo no me di cuenta en que parte me cayó el rayo, no sentía nada, y me  dicen:" NO! Tú! nos has amado a tu Señor sobre todas las cosas, y muchísimo  menos a tu prójimo como a ti misma! tú hiciste un dios que acomodaste a tu vida sólo en momentos de extrema necesidad.! Te postrabas ante él, cuando eras pobre, cuando tu familia era humilde, cuando querías ser profesional! . ¡ Ahí sí todos los días orabas, y te postrabas  tiempos enteros, horas enteras suplicando a tu Señor!¡Orando y pidiéndole para que él te Sacara de esa pobreza y te permitiera ser profesional y ser alguien!.Cuándo tenias necesidad, querías dinero, ahí mismo un rosario Señor, Pero mándame la platica!. ¡Esa era la relación que tú tenías con el Señor!.  Yo veía a mi Señor, de verdad tristemente. Les comento, la relación ron Dios era de" cajero automático” . Pisaba un rosario y tenía que bajar la plata, esa era mi relación con él. Y me muestran, Tan pronto el Señor me permitió que tuviese profesión. Que empezaba a tener un nombre. Y empezaba a tener dinero ya me quedo chiquitíco el Señor, y ya empecé a creerme muchísimo; ni siquiera la mínima expresión de amor con tú Señor. ¿Ser agradecida '?!Jamás¡, Ni siquiera abría los ojos  ¡Señor, gracias por este día que me has dado, gracias por mi salud, por la vida de mis hijos, por que tengo un techo pobrecitos los que no tienen techos, ni comida Señor....! !Nada. Desagradecidísima! y fuero de eso, pusiste tan debajo a tu Señor, que creías más en Mercurio y Venus para la suerte, andabas segada a la astrología diciendo que los astros manejaron tu vida. Empezaste andar en todas las doctrinas que te ofrecía el mundo, Empezaste a creer que simplemente morías y volvías a empezar. Y te olvidaste de la'. Gracia!". Que tú habías costado un precio de sangre a tu Señor. Me hacen un examen de los Diez Mandamientos. Me muestran que yo decía que adoraba, que amaba a Dios. Con mis palabras; y adora.. A Satanás. Porque en mi consultorio llegaba una señora a hacer riegos, y yo decía :."Yo no creo en eso".pero échelos  por sí las moscas "!. Y empezaba echar ella rieguitos para la buena suerte.

 

 

 

 

 

Había puesto allá en un rincón donde no supieran los pacientes una penca de sábila con una herradura que dizque para alejar las malas energías.

 

Miren todo eso, ¡vergonzoso!, Me hacen un análisis de toda mi vida sobre los diez mandamientos, me muestran con el prójimo quien fui yo, como le decía a Dios que lo amaba cuando todavía no me había alejado de El; cuando no había empezado andar en el ateismo yo decía: -¡Dios mío te amo! Pero con esa misma lengua que yo bendecía al Señor, con esa misma lengua le daba garrote a toda la humanidad; criticaba a todo el mundo, a todo el mundo andaba señalando con el dedo, siempre la santa Gloria; y como me mostraba  que yo decía que amaba a Dios y era envidiosa y que agradecida; jamás le reconociste todo el esfuerzo y amor y la entrega de ellos, para darte una profesión, para levantarte, y todo eso tan pronto tuviste profesión; hasta ellos te quedaron pequeños. Al punto de llegar a avergonzarte de tu mama, por la humildad y la pobreza de ella.

 

Y me muestran como esposa, ¿Quién era? Todo el día renegando desde que me levantaba. Mi esposo me decía: “! Buenos Días”! ¿Cuáles buenos días?!Mire, esta lloviendo, renegando todo el tiempo y con mis hijos; Me muestran que ni siquiera jamás tuve amor y compasión por el prójimo, por mis hermanos de fuera. Y me decía el Señor “nunca pensaste..!Pobrecitos, Señor los enfermos! Dame la gracia de ir allá a acompañarlos en su soledad. Los niños que no tienen mama, los huerfanitos, cuantos niños sufriendo Señor.”……..mi corazón de piedra…….! Total!;  en el examen de los diez mandamientos no pase ni medio.

 

¡Terrible espantoso!, Vivía un verdadero caos. ¿Cómo que yo no había asesinado y había matado a tanta gente?

 

Por ejemplo yo di muchos mercados a gente necesitada pero daba no por amor, daba por mi imagen, porque como era muy rico que todo mundo me viera la gracia, y como era de rico manipularle la necesidad a la gente.

 

Y entonces yo decía: “tome le doy este mercado pero me hace el favor va y me remplaza en las reuniones del colegio de mis hijos, porque yo no tengo tiempo de ir a las reuniones personales, de los colegios. Y así a todo el mundo le daba cosas  pero les manipulaba; además me encantaba que anduviera un montón de gente detrás de mí diciendo lo buena y lo santa que era. ¡Me creé una imagen!. Y me dicen a mi: “¡Es que tu tenias un dios y ese dios era el dinero!,¡por el te condenaste!; Por el te hundiste en el abismo, y te alejaste de tu Señor.”….nosotros si habíamos tenido mucho dinero, pero estábamos quebrados, endeudadísimos, se nos había acabado el dinero…; Entonces cuando me dicen dios dinero yo grite; “Pero cual dinero si yo allá en la tierra deje muchas culebras”… y hasta hay hable…..

 

 

Y cuando me hablaban por ejemplo en el segundo mandamiento veía que yo pequeñita tristemente aprendí que  para evitar los castigos de mi mama que eran bastante severos las mentiras eran excelentes y empecé a caminar con el padre de la mentira (Satanás), y empecé a volverme mentirosa y a medida que mis pecados Iván creciendo, las mentiras Iván haciéndose mas grandes. Me daba cuenta que mi mama respetaba mucho al Señor y para ella el nombre del Señor era santísimo, entonces yo pensé y dije: aquí tengo el arma perfecta y comencé      a jurar en vano, le decía: “mami por Cristo lindo te juro…….”, y así evitaba los castigos. Imagínense en mi mentira colocando el Santísimo nombre del Señor en las porquerías, en mi inmundicia porque ya estaba llena de tanta mugre y de tanto pecado.

 

Y vean hermanos aprendí que las palabras no se las lleva el viento, cuando mi mama se me ponía muy terca le decía: “mama, sabe que, ¡que me parta un rayo si te estoy diciendo mentiras!”, y la palabra se fue en el tiempo, pero miren por misericordia de Dios estoy aquí, porque en realidad el rayo entro y me atravesó prácticamente en dos partes y me quemo.

 

Me mostraban como yo que me decía católica nunca tuve palabra y siempre anteponía el Santo nombre del Señor.

 

Me impresiono como el Señor pasaba, y todas las criaturas, todas esas cosas espantosas, se votaban al piso en una adoración impresionante. Vi  a la santísima Virgen postrada a los pies del Señor, orando por mi, en una extrema adoración y yo pecadora desde mi inmundicia de tu a tu con el Señor. Yo tan buena que he sido. Renegando y maldiciendo del Señor.

 

En Santificar las fiestas fue espantoso y sentí un inmenso dolor; la voz me decía que yo dedicaba cuatro y cinco horas a mi cuerpo y ni siquiera diez minutos diarios de profundo amor al Señor, de agradecimiento o de una oración; eso si empezaba el rosario a una velocidad y yo decía: “en los comerciales de la novela alcanzo hacer el rosario”. Mostraban como nunca fui agradecida con el Señor, y también me mostraban lo que yo decía cuando me daba pereza ir a misa: “pero mama, si Dios esta en todas partes que necesidad tengo de ir allá. Claro me era muy cómodo decir eso; y la voz me repetía que yo tenia al Señor veinticuatro horas en el día pendiente de mi, y yo no rezaba ni un poquito o un domingo a darle gracias al Señor, mostrarle cuan grande era mi agradecimiento y mi amor por el, y me quedaba grande, pero lo peor del caso, es que esa entrada a la iglesia era el restaurante de mi alma, me dedique a cuidar mi cuerpo, me volví esclava, y se me olvido un pequeño detalle, tenia un alma y jamás cuide de ella, nunca la alimente con la Palabra de Dios porque yo muy cómodamente decía que el que lee la palabra de Dios se volvía loco.

 

Y en los sacramentos nada yo solamente que como me iba a confesar con esos viejos que eran mas malos que yo, porque era muy cómodo para mi entre mi porquería no irme a confesar, el maligno me saco de la confesión y así fue como me quito la sanación y limpieza de mi alma, porque cada vez que yo cometía pecado no era gratis, Satanás ponía dentro de esa blancura de mi alma su marca, una marca de tinieblas; jamás, solo en mi primera comunión hice una buena confesión, de hay en adelante nunca mas y recibí a mi Señor indignamente.

Llego a tal punto la blasfemia, la incoherencia de mi vida que yo llegue a decir: “¿Cuál Santísimo? ¿Qué tal Dios vivo en un pan? Es que esos sacerdotes deberían echarle un poco de arequipe para que supiera a rico”. Hasta ese punto llego la degradación de mi relación con Dios.

 

Jamás alimente mi alma, y para rematar no hacia sino criticar a los sacerdotes, si hubieran visto como me fue de mal con eso; en mi familia y desde muy pequeños criticábamos a los sacerdotes, empezando por mi papa, decían que esos tipos son unos mujeriegos que tienen mas plata que nosotros y nosotros lo repetíamos. Y nuestro Señor me decía: “¿Quién te creías tu para hacerte Dios y juzgar a mis ungidos?”, me decía: “son de carne y por la santidad de un sacerdote la hace la comunidad, que ora, le ama y le apoya y cuando un sacerdote cae en pecado no le preguntan tanto al sacerdote sino a la comunidad. Y el Señor me mostraba que cada vez que yo criticaba a los sacerdotes se me pegaban unos demonios. Fuera de eso cuanto mal hice cuando llame a un sacerdote homosexual y toda la comunidad se entero, no se imaginan cuanto daño hice.

 

 

Del cuarto mandamiento: honrar a Padre y Madre, es Señor me mostraba como ya les comente como fui de desagradecida con mis padres, como maldecía y renegaba de ellos y no me podían dar todo lo que mis amiga tenían y como fui una hija que no valoraba lo que tenia llegue al punto de decir que esa no era mi mama porque me parecía muy poquita cosa para mi. Fue espantoso ver el resumen de una mujer sin Dios y como una mujer sin Dios destruye todo lo que se acerca y fuera de eso lo más grande de todo es que yo sentía que era buena y santa. También me mostró el Señor como yo creía que no me rajaba en este mandamiento por el simple hecho de haber pagado los médicos y las medicinas de mis padres cuando ellos se enfermaron, también como yo analizaba todo a través del dinero y como los manipule cuando yo tenia dinero, hasta de ellos me aproveche, el dinero me endioso y los pisoteé. ¿Saben que me dolió?, ver a mí papa llorando con tristeza a pesar de todo el había sido un buen padre que me había enseñado a ser trabajadora, emprendedora y que debía ser honorable, porque solo el que trabaja puede salir adelante, pero se le olvido un pequeño detalla que yo tenia alma y que él era un evangelizador con su testimonio y como toda mi vida se empezó a hundir a través de todo esto. Veía a mi papa con dolor cuando era mujeriego; el era feliz diciéndole a mi mama y a toda la gente que el era muy macho porque tenia muchas mujeres y que podía con todas; que adema el tomaba y fumaba. Con esos vicios que lo hacían sentir orgulloso, pues el no pensaba que eran vicios sino virtudes. Y empecé a ver como mi mama   se cubría las lágrimas cuando mi papa empezaba hablar de otras mujeres. Me empecé a llenar de rabia, de resentimiento y empiezo a ver como el resentimiento me lleva a la muerte espiritual, sentía una rabia espantosa de ver como mi papa humillaba a mi mama delante de todo el mundo. Y empiezo con la rebeldía y le digo a mi mama; “yo nunca voy hacer como usted, por eso las mujeres no valemos nada por mujeres como usted, sin dignidad, sin orgullo que se dejan pisotear de los hombres. “Y yo le decía a mi papa cuando ya fui mas grande”:”Jamás, póngale cuidado, papa jamás voy a permitir que un hombre me humille como usted lo hace con mi mama, si un hombre me llega a ser infiel yo me desquito papa”. Mi papa me pego y me dijo:”¿Cómo se le ocurre?” mi papa era muy machista y le dije: así me pegue y me mate si yo me llego a casar y mi esposo me es infiel yo me desquito para que los hombres entiendan como sufre una mujer cuando un hombre la pisotea”. Y me lleno de todo ese resentimiento y de esa rabia, y cuando ya tuve plata empecé a decirle a mi mama” ¿sabe que mama?”:¡sepárese de mi papa, y eso que yo adoraba a mi papa, es imposible que usted aguante un tipo así, sea digna, hágase valer mama”. Imagínense! quería divorciar a mis padres. Y mama decía, “no hija, a mi no es que no me duela, a mi si me duele pero me sacrifico porque ustedes son siete hijos y yo no soy sino una, me sacrifico porque finalmente su papa es un buen papa y yo seria incapaz de irme y dejarlos sin papa, además, si yo me separo quien va a orar para que su papa se salve, yo soy la que puedo orar para que su papa encuentre la salvación porque el dolor y el sufrimiento que el me ocasiona yo los uno a los dolores de la cruz y todos los días le digo al Señor, este dolor no es nada unido a tu cruz me permita que se salve mi esposo y mis hijos. Yo no entendía eso. Y saben que, me dio tanta rabia y eso hizo que mi vida cambiara y me volviera una rebelde, y empezara a promulgar en esos mismos deseos de defender a la mujer. Empecé a defender el aborto, la estancia, el divorcio y a defender la ley del “Talion”, el que me la hace me la paga, nunca fui infiel físicamente pero dañe a mucha gente con mis consejos.

 

 

Cuando llegamos al quinto mandamiento el Señor me mostraba que yo era una asesina espantosa y que cometí lo pero y lo mas abominable ante los ojos del Señor, el Aborto, miren es que el poder que me dio el dinero me sirvió para financiar varios abortos porque yo decía: “la mujer tiene derecho a escoger cuando quiere quedar embaraza o no”, mire en el libro de la vida y me dolió tanto que cuando vi. A una niña de catorce años abortando, yo le había enseñado, porque saben que cuando uno tiene veneno nada bueno queda, y todo a lo que se acerca se daña.

 

Unas niñas, tres sobrinas mías y la novia de un sobrino abortaron, las dejaban ir a mi casa porque yo era la de plata, la que las invitaba las que les hablaba de moda, de glamour, y de cómo exhibir su cuerpo, y mi hermana me las mandaba halla, miren como las prostituí, prostituí menores que fue otro pecado espantoso después del aborto, porque yo les decía a esas niñas:”no sean bobitas mijitas es que sus mama les hablan  de virginidad y de castidad es porque están pasadas de moda, ellas hablan de una Biblia de hace dos mil años, y los curas no se han querido modernizar, ellas hablan de lo que decía el papa, pero ese papa esta pasado de moda.

 

Imagínense mi veneno y les enseñe a las niñas que ellas tenían que disfrutar de su cuerpo pero que tenían que planificar. Yo les enseñe los métodos de planificación “perfecta mujer”, y esa niña de catorce años, la novia de mi sobrino llega un día a mi consultorio (lo vi. en el libro de la vida), llorando me dice”¡Gloria, soy un bebe y estoy embarazada”, y yo le dije: “bruta, ¿no le enseñe a planificar?” y entonces me dice:”si, pero no funciono”. Entonces miré y el Señor me ponía allí esa niña para que no se hundiera en el abismo, para que no fuera a abortar, porque es que el aborto es una cadena que pesa tanto, que arrastra y pisotea, es un dolor que nunca se acaba, es el vació de haber sido un asesino. Es lo peor a un hijo. Y saben que fue lo peor de esa niña, que en lugar de yo hablarle del Señor le di plata para que fuera a abortar en un lugar muy bueno para que después no la fueran a perjudicar. Así como ese patrocine varios abortos, cada vez que la sangre de un bebe se derramaba era como un holocausto a Satanás, es un holocausto, al Señor le duele y se estremece cada vez que se mata un bebe porque en el libro de la vida, vi como el alma de nosotros tan pronto como se tocan el espermatozoide y el ovulo se forma una chispa hermosa una luz cogida del sol de Papa Dios, el vientre de una madre tan pronto es fecundado se ilumina con el brillo de esa alma y cuando se aborta esa alma grita y gime de dolor así no tenga ojos ni carne, se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece y en el infierno se escucha otro igual pero de jubilo, de inmediato del infierno se abre unos sellos y salen unas larvas para seguir asediando a la humanidad, y seguir haciéndola esclava de la carne y de todas esas cosas que se ven y se verán cada día peor.

 

Porque ¿cuantos bebes se matan a diario? Y eso es un triunfo para el. Como será que ese precio de sangre inocente ocasiona un demonio mas afuera y me lavan en esa sangre y mi alma blanca se empezó a poner absolutamente oscura. Después de los abortos ya no tuve mas convicción de pecado, para mi todo eso estaba bien. Y lo triste también ver como en esos pagares que me tenias el maligno allí me mostraba todos los bebes que yo había matado también, porque saben que? Yo planificaba con la t de cobre y  fue doloroso ver cuantos bebitos habían sido fecundados y se habían estallado esos soles, y el grito de ese bebe desgarrándose da las manos de papa Dios. De razón que vivía amargada y mal geniana, haciendo mala cara, frustrada con todos y con mucha depresión y decía para mi: “Que Mamera “claro, me había vuelto una maquina de matar bebes

Y eso me hundió más en el abismo; como que no había matado? Y que decir de cada persona que me cayó gorda, que odiaba, que detestaba. ¡Ahí ya era aún asesina! Porque no solo con un disparo se mata a una persona, basta con odiarla con hacerle el mal, con tenerle envidia, con eso ya se le mata y en cuanto al sexto mandamiento de no fornica yo dije: “no aquí si no me van al levantar ni un amante porque yo toda la vida solamente he tenido un hombre y es mi esposo”. Cuando me muestran que yo cada vez que yo estaba con mis senos descubiertos y mi cuerpo con mis trusas estaba incitando a otros hombres a que me miraran y tuvieran malos pensamientos y los hacia pecar y así fue como entre en adulterio.

 

Yo les aconsejaba a las mujeres que fueran infieles con sus esposos les decía: no sean bobas  desquítense no los perdonen y mas bien divórciense,  ya con eso estaba cometiendo un abominable adulterio.

Y me di cuenta que los pecados de la carne son espantosos y son condenatorios así el mundo les diga que son chéveres y que sigamos actuando como animales. Triste mente me solté de la mano del señor, porque los pecados están en los pensamientos, en el alma y en la acción.

Fue tan doloroso ver como todo ese pecado, por ejemplo el pecado del adulterio de mi papa daño y desgarro a sus hijos, a mi me volvió una resentida con los hombres y en mis hermanos tres fieles fotocopias de mi papa, felices por ser muy machos, mujeriegos y toma tragos… no se daban cuenta como dañaban a sus hijos. Por eso mi papá lloraba con tanto dolor viendo como su pecado había sido heredado en ellos, en su hija dañándose así toda la obra de Dios.

 

 

En el  séptimo mandamiento de no robar, yo me consideraba honesta; y el Señor me mostraba que mientras que en mi casa ase desperdiciaba la comida , tanta hambre que padecía todo el mundo y me decía “ yo tenia hambre  y mira tú lo que hacías con lo que yo te daba desperdiciabas, yo tenia frió y mira lo que hacías tú esclavizada con las modas y las apariencias, gastándote  mucho dinero en una inyección para estar delgada, esclavizada en el cuerpo en pocas palabras hiciste un Dios te tú cuerpo y me mostraba que yo era culpable de la miseria de mi país y que yo si tenia que ver con eso. También me mostraba que cada vez que yo hablaba mal de alguien, le robaba la honra y difícil devolvérsela, que hubiera sido mas fácil reparar al robarle un billete a una persona porque le había podido devolverle la plata y no robarle el buen nombre a una persona. Le rogaba a mis hijos la gracia de una mama en la casa, tierna, una mama que les amaba y no la mama en la calle dejando  a los niños solos con el papá televisor, la mamá computadora u con los juegos de video y para  calmar mi conciencia le s compraba ropa de marca. Mas me horrorizo cuando vi a mi mamá que se cuestionaba y eso que mi mamá fue una mujer santa que nos corregía y nos amaba, igualmente mi papá y dije “ que será de mi que yo ni siquiera les he dado nada a mis hijos ... Que espanto, que dolor tan grande “.

 

Me dio una vergüenza porque en el “libro de la vida ve uno todo como en una película  y los niños decían “ ahí que se demore mi mamá, que halla un trancon ,porque mi mama es muy cansona y no hace si no renegar; Que tristeza un niño de tres años y una niña mas grande diciendo eso , y les robe a su mamá les robe la paz que iba a dar en mi casa y no los deje que conocieran de Dios a través mió y no les enseñe amar al prójimo y es que si no amo a mi prójimo yo no tengo que ver con el señor , si no tengo misericordia no tengo nada con el señor.

 

 

Porque Dios es amor... y bueno, les voy hablar un poquito de no levantar falsos testimonios. Ni mentir en eso si que fui experta ¿oyeron? porque Satanás se volvió mi papá es que tú tienes tu papá Dios y a Satanás.

 

 

Si Dios es Amor y yo odio ¿quién es mi Papá? no era tan difícil y si Dios me habla del perdón y de amar a los que, me hacen daño y yo decía el que me la hace me la paga y hasta allí llegó conmigo, pues ¿quién era mi papá? y si El es la verdad y Satanás es la mentira ¿quién era mi papá? y no hay mentira ni rosada, ni amarillita ni verdecita todas las mentiras son mentiras, y Satanás es su padre. Tan terrible fueron los pecados de mi lengua. Que yo veía con mi lengua cuanto dado hacía. Cuando yo chismoseaba, cuando yo me burlaba, le colocaba un apodo a alguien, como sentía esa persona. Como le dolía el apodo. Como le podía crear complejo de inferioridad a una persona gordita que le andaba diciendo gorda, como cuanto mal hacia y como la palabra siempre terminaba en una acción. Cuando me hacen el examen de los 10 mandamientos y de la codicia salieron todos mis males ese deseo loco. Yo pensaba que iba a ser feliz teniendo mucho dinero y se me volvió una obsesión tener dinero. Lastima. Cuando tuve mucho dinero, fue el peor momento que vivió mi alma hasta el punto de querer suicidarme. Con tanto dinero y sola vacía. Amargada. Frustrada. Esa codicia de desear tener dinero fue el camino que me llevó de la mano a extraviarme y soltarme de la mano del Señor. Después de ese examen de los 10 Mandamientos, me muestran "El Libro de la Vida", hermoso, yo ya quisiera tener palabras para describirles "El Libro de la Vida", empezó desde la concepción tan pronto se unieron el par de células de mis padres de inmediato, .hubo!:Zas! una chispa. .una explosión hermosa y se formo una alma, el alma mía cogida de la mano de Papá Dios me encontré un Papá Dios tan hermoso. Tan maravilloso 24 horas al día cuidándome buscándome y lo que yo veía que era castigo. no era más que su amor porque él mira no aquí en mi carne, sino miraba mi alma, y miraba como me  iba alejando de la salvación, ese "Libro de la Vida", para terminar les voy a dar un  ejemplo  de como es de hermoso el "Libro de la Vida", yo era muy hipócrita ya la gente te decía a alguien ihuy! oye como estas de linda que vestido tan precioso, como se te ve de lindo., y por dentro decía "Huy "  que de pinta tan asquerosa, y todavía se cree la reina. En mis pensamientos. En ese libro se ve igualito lo que yo decía. Con mi lengua con una diferencia se veían mis pensamientos, y se veía el interior de mi alma. Todas mis mentiras quedaron al rojo vivo, vivas, todo mundo se dio cuenta. A mi mamá cuantas veces me le volaba porque mi mamá no me dejaba ir para ningún lado. Mami tengo un trabajo en grupo en la biblioteca y mi mamá creía el cuento. Y arrancaba a ver una película de pornografía, o a un bar a tomar cervezas con mis amigas y mi mamá viendo mi vida, nada se escapó, vea. es tan lindo "El Libro de la Vida" que mis padres me  daban bananos en las onces, en la época mía mis padres eran pobres de manera que en mi lonchera era bananos, bocadillos y leche, y yo me comía el banano y botaba la cáscara de los bananos por todos lados, nunca tuve la conciencia de pensar que si yo dejaba una cáscara de banano podía hacerle algo a alguien, ahí quedo la cáscara de banano, pero saben qué fue lo lindo, que el Señor me mostró algunas veces, no siempre quién se cayó con esa cáscara de banano y que hubiera podido asesinar a esa persona, por mi falta de misericordia y cómo solo una  vez, que hice una confesión con dolor y vergüenza bien hecha, que fue cuando una señora me  dio 4.500 pesos de más en un supermercado en Bogotá. Y mi papá nos había hablado de ser honorables y nunca tocar un centavo de nadie y yo me doy cuenta en el carro. Cuando ya voy para mi consultorio, “ ahí esa vieja bruta" este animal me dio 4.500 pesos de más y ahora me toca devolverme, y miro y hay un trancon y digo "huy" no que me voy a devolver, no quién la manda de ser tan bruta, pero me quedo el dolor. De esa plata. Porque mi papá había fundamentado muy bien la honorabilidad y el domingo me confesé y le dije "hay padre acúseme: que me robe 4.500 pesos porque no se los devolví a una señora". Ni le puse atención a lo que me dijo el padre. Pero saben que el maligno no me pudo acusar de ladrona, pero sí saben que me dijo el Señor, esa falta de caridad tuya cuando no reparaste el pecado, 4.500 pesos para ti no era nada, pero para esa mujer con un sueldo mínimo, era el alimentación de tres días y saben que fue lo más triste que me mostró, como sufrió y aguanto hambre un par de días. Por mi culpa con sus dos chiquitos, porque así muestra el Señor, muestra cuando yo hago algo quién sufrió quién actúa y como actúa. Me pregunta el Señor ¿qué tesoros espirituales traes? ,. Tesoros espirituales y mis manos iban vacías, no llevaba nada mis manos iban absolutamente desocupadas, es cuando me dice de que te sirve decir que tenías 2 apartamentos, que tenías casas que tenias consultorios. Que te considerabas una profesional con muchísimo éxito. Te pudiste traer el polvo de un ladrillo aquí. Es cuando me dice ¿Qué hiciste con los talentos que yo te di? ¿Talentos?  Tenía una misión. La misión de defender el reino del amor. El reino de Dios. Se me había olvidado que tenía alma, muchísimo menos que tenía talentos. Muchísimo menos que tenia talentos, que yo, era las manos misericordiosas de Dios. Mucho menos que todo el bien que deje de hacer le dolió al Señor .Por qué saben que era lo que siempre me preguntaba el Señor? La falta de amor y caridad en el prójimo siempre me preguntaba por el amor, y es cuando me dice:-" Es que tú muerte espiritual... Estaba viva pero muerta. Si hubieran visto que es "muerte espiritual." como es un alma que odia. Como es un alma espantosamente terrible de amargada y de fastidiosa. Que le hace mal a todo el mundo. Cuando uno está lleno de pecados, y ver mi alma por fuera oliendo muy rico y con buena ropa y mi alma oliendo horrible viviendo en los abismos. Con razón tanta depresión y tanta amargura. Y me dice: "Es que tu muerte espiritual comenzó cuando a ti te dejaron de doler todos tus hermanos".Era una alerta cuando veías el sufrimientos de tus hermanos: en todas partes. O cuando veías en los medios de comunicación, mataron, secuestraron, desplazaron y tú con la lengua por afuera dices:-" ¡Ay!. Pobrecitos!.Que pecadito". Pero no te dolían tus hermanos. En el corazón no sentías nada, toda de piedra, el pecado te lo petrifico.

 

 Cuando se cierra mi Libro, ustedes se imaginan la tristeza tan grande mía. Cuan dolor fuera de eso, por haberme portado así con mi Papá Dios, porque a pesar de todos mis pecados, a pesar de toda mi inmundicia y de toda mi indiferencia y de todos mis sentimientos horribles, el Señor siempre hasta el último instante me buscó, siempre me enviaba instrumentos, personas, me hablaba, me gritaba, me quitaba cosas para buscarme, él me busco hasta el último instante. ¿Saben quién es Papá Dios? "pidiéndonos cacao" a cada uno de nosotros para convertirnos.

Yo como le decía:- "Óigame Señor usted me condeno". Claro que no, en mi libre albedrío, escogí quién era mi papá, y no fue mi papá Dios. Escogí a Satanás, ese fue mi papá, y cuando se cerró ese libro, yo veo que en mi mente, estoy de cabeza porque me voy, a un hueco y después de ese hueco se va abrir una puerta. Y allí ya voy, y empecé gritarle a todos los santos, que me salvaran, ustedes no tienen idea la cantidad de santos que llegué a saber yo no tenía idea que sabia tantos santos, era tan mala católica, Que pensaba que igual me salvaba San Isidro el labrador, que San Francisco de Asís, y cuando se me acabaron todos santos, el mismo silencio. Sentía un vacío, un dolor tan grande. Diciendo: y todo el mundo allá en la tierra pensando que "tan Santa, " esperando que yo me muera para pedirme un milagrito. Y ¡Miren! ¿Para donde me voy? No, levanto los ojos y me encuentro con los ojos de mi mamá. Y con mucho dolor le grito:- ¡Mami!. Que vergüenza ¡Me condene madre a donde yo voy, no te voy a volver a ver jamás. Y en ese momento a ella le concedieron una gracia muy bella. Estaba inmóvil y le permiten mover sus dos deditos hacia arriba y ella señala allí y saltan de mis ojos dos costras espantosamente dolorosas, esa ceguera espiritual. Salta allí, y veo un momento hermoso. Cuando una paciente me había dicho:- "Mire doctora. Usted es muy materialista y un día lo va a necesitar. Cuando usted esté en eminente peligro, cualquiera que sea, pídale a Jesucristo que la cubra con su sangre que él nunca, nunca la va abandonar. Porque El pagó un precio de su sangre por usted". Y con esa vergüenza tan grande y ese dolor. Empecé yo a gritar: - Jesucristo. Señor ten compasión de mí !perdóname, Señor dame una segunda oportunidad!. Y ese fue el momento más bello, yo no tengo palabras para describir ese momento, El baja y me saca de ese hueco. Cuando El me recoge, todas esas cosas se botaron al piso. Me levanta y me saca en esa parte planita, y me dice con todo ese amor:- "Vas a volver, vas a tener tú segunda oportunidad (...), pero me dice, pero no por la oración de tu familia. Porque es normal que ellos "oren y clamen por ti, sino por toda la intercesión de todas las personas ajenas a tu carne ya tu sangre que han llorado, han orado y han elevado su corazón con muchísimo amor por ti”. Y empiezo a ver como se prenden un montón de lucecitas que son como llamitas blancas llenas de amor. Y veo a las personas que están orando por mí. Pero había una llama grande, grande que era la que más luz daba. La que más amor daba Yo miraba quién era esa persona que me amaba tanto. Y me dice el Señor:-"Esa persona que tú ves allí , es una persona que te ama tanto, tanto que ni siquiera te conoce". Y me mostraba, había visto el recorte en la prensa del día anterior porque bajo al pueblo, bien pobre, era un campesino que vivía al pie de la Sierra Nevada de Santa Marta. Bajó el hombre bien pobrecito. Compró una panela y se la envolvieron en una hoja del "Espectador" del dio anterior. Estaba ahí mi fotografía, quemada. Cuando ese hombre ve esa noticia que ni la leyó de corrido se fue para el piso y empieza a llorar con un amor tan grande, y dice:- "Padre. Señor ten compasión de mi hermanita. Señor sálvala, señor mira Señor. Si tú salvas a mi hermanita, yo te prometo que me voy al "Santuario de Buga" y te cumplo una promesa, pero sálvala". Imagínense un hombre pobrecito, no estaba renegando ni maldiciendo por que estaba aguantando hambre, con una capacidad de amor ofrecerse a atravesar todo un país, por alguien, que no conocía. Y me dice el Señor: "Eso es Amor al Prójimo" (...) y cuando me dice esto: vas a volver pero tú no lo vas a repetir 1000 veces. Sino 1000 veces mil. Y hay de aquellos que oyéndote no cambiaron. Porque van a ser juzgados con más severidad. Como lo vas a ser tú en tu segundo regreso. Los ungidos que son sus sacerdotes o cualquiera de ellos, porqué no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver. Y esto mis queridos hermanos no es una amenaza, el Señor no necesita amenazarnos, esta es la segunda, oportunidad que ustedes tienen y gracias a Dios. Que viví lo que yo viví! Porque cuando les habrán "El Libro de la Vida". a cada uno, cuando se mueran cada uno de ustedes, vamos a ver este momento igualito, y vamos  a vernos tal cual estamos  con la diferencia que vamos a ver nuestros pensamientos, y nuestros sentimientos en la presencia de Dios, y lo más hermoso es  que cada quien va a ver el Señor en frente de cada uno de nosotros. Otra vez pidiéndonos cacao para que nos convirtamos, para que de verdad empecemos a ser nuevas criaturas con él, sin él no podemos.

Que el Señor los bendiga a todos grandemente. La gloria para Dios. La gloria

 Para nuestro señor Jesucristo.

 

otro testimonio de GLORIA POLO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 



 

 

 
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